Luigi Di Maio será elegido candidato del Movimiento 5 Estrellas a primer ministro

Para hacer creíble la designación en elecciones primarias, lo desafían siete desconocidos. Su elección conlleva la dirección del partido, aunque Grillo seguirá siendo el líder carismático

Luigi Di Maio, vicepresidente de la Cámara italiana y candidato a Primer Ministro por el Movimiento 5 Estrellas REUTERS

ÁNGEL GÓMEZ FUENTES

El populista Movimiento 5 Estrellas (M5E), fundado en el 2009 por el cómico Beppe Grillo , proclamará el domingo próximo a Luigi Di Maio, 31 años, actual vicepresidente de la Cámara , candidato a primer ministro en las elecciones generales que se celebrarán a comienzos del año próximo. Desde hoy los inscritos al Movimiento, que son 140.000 oficiosamente, votan por Internet, en una especie de elecciones primarias. Pero el resultado es sabido de antemano. Para guardar las formas de unas primarias, evitar sombras y hacer creíble la elección, se han escogido a siete adversarios , que son totalmente desconocidos. Así que, si se tratara de una fábula, se podría titular «Di Maio y los siete enanitos». El resultado da por hecho: será un plebiscito para Di Maio. Ningún otro personaje de peso en el Movimiento ha querido presentarse a disputarle el liderazgo al vicepresidente de la Cámara. La razón fundamental es que desde hace tiempo se había tomado esa decisión por parte de los dos personajes que controlan férreamente el M5E: Beppe Grillo, 69 años, el líder carismático, y Davide Casaleggio , 41, carente de carisma, presidente de la Asociación Rousseau, que gestiona la plataforma Internet para la democracia directa de los inscritos , heredando ese papel clave en la política italiana de su padre Gianroberto, empresario, gurú y fundador del M5E junto a Grillo. La elección de Di Maio es claramente un reflejo de la naturaleza autoritaria del M5E, a pesar de las proclamas de sus lideres de que se trata de un movimiento democrático, porque sus inscritos adoptan las decisiones importantes mediante votación por internet.

Pobre historial

Muy pocos son los méritos de Luigi Di Maio. Solamente ha demostrado ser el menos malo en un Movimiento sin clase dirigente, es decir, es el tuerto en el país de los ciegos. Es educado, despierto, guaperas y sin ninguna preparación ni bagaje cultural, salvo las pocas ideas políticas que le transmiten Grillo y Casaleggio y que él repite como un papagayo. No se le conoce ninguna idea o pensamiento propio. Luigi Di Maio, hijo de un constructor de Pomigliano D’ Arco admirador del fascista Giorgio Almirante, el líder del Movimiento Social Italiano (MSI), afirmó este verano que el M5E tiene como padres inspiradores al comunista Enrico Berlinguer, a Giorgio Almirante y a la Democracia Cristiana . El intento de Di Maio, al poner juntos a comunistas, fascistas y democristianos, fue mostrar que con el Movimiento de Grillo se superan las ideologías. Su comentario suscitó todo tipo de ironías en las redes sociales.

Di Maggio (Avellino, región de Campania, 1986) es un personaje sin curriculum; es, en todo caso, el primer ejemplo vivo del algoritmo que se ha hecho carne: Se presentó como candidato a concejal en Pomigliano D’ Arco (Nápoles), su lugar de residencia, en el 2010, obteniendo 54 votos. Su candidatura al parlamento por el M5E, en el 2013, logró 189 votos en Internet. Con anterioridad, Di Magio había conseguido el diploma equivalente a bachiller, y una pobre experiencia profesional, cuya ficha personal se resume así en la plataforma Rousseau del Movimiento 5 Estrellas: Azafato en la tribuna de autoridades del estadio de fútbol San Pablo de Nápoles, técnico computer hardware, agente comercial, trabajador en una empresa de construcción, camarero.

Con este bagaje de perfecto «grillino» (así son denominados los miembros del Movimiento de Grillo), se pueden entender las innumerables meteduras de pata que ha tenido Di Maio en los últimos años. No habla idiomas y su conocimiento del italiano es escaso : A menudo no sabe utilizar el conjuntivo. Igualmente anda corto de geografía e historia. Para criticar al exprimer ministro Matteo Renzi, escribió en Facebook: «Renzi ha ocupado con arrogancia la administración, como en los tiempos de Pinochet en Venezuela».

El desastre de los populistas en Roma

Tampoco ha sido un visionario en estrategia política. Todo lo contrario: Tiene una mancha grave pues apostó por la actual alcaldesa de Roma, Virginia Raggi , cuya actuación al frente del ayuntamiento de Roma está siendo un desastre que pasará a la historia (por cierto, Virginia Raggi, solo obtuvo 1.764 votos online en esa plataforma de Internet del Movimiento que se indica como modelo de democracia representativa). Hoy intenta distanciarse de la Raggi. No puede proponer el gobierno de Roma como modelo para Italia, porque ese escaparate romano que el M5E pretendía ofrecer al mundo como ejemplo de buena administración, se ha convertido en un fracaso absoluto.

Su novia, inseparable consejera

Lo que no le falta a Di Maio es ambición. Desde hace tiempo se preparaba como candidato in pectore, con viajes al extranjero y encuentros con los embajadores de la Unión Europea en Roma. Ha sabido aprovecharse del status que le da el ser vicepresidente de la Cámara de diputados, que le permite tener personal a su disposición, una secretaria y cierto poder para que se le abran puertas. Otro elemento clave en su vida ha sido su bella novia S ilvia Virgult i, 41 años, licenciada en glotología, experta en programación neurolingüística. Fue enviada por Gianroberto Casaleggio en el 2014 desde Milán a Roma para hacer de entrenadora televisiva a los parlamentario del M5E. Así la conoció Di Maio y se ha convertido en su inseparable consejera.

La proclamación de Di Maio el próximo día 24 como candidato del M5E a primer ministro lo convierte también en jefe político del Movimiento, según sus estatutos. En cierta forma, el M5E se convierte en un partido. Pero nadie cree que el cómico Grillo dé un paso atrás y le deje a Di Maio la plena conducción del partido. Ya anunció en otras ocasiones su retirada, pero siempre volvió a escena. Sin él, no existiría el M5E. Grillo no podrá jamás ser candidato porque tiene una sentencia definitiva de condena por homicidio culposo por un incidente automovilístico, en 1981, en el que murieron tres personas.

«Haremos resurgir Italia»

Luigi Di Maio, como Grillo, se ha habituado a las frases grandilocuentes: «Vamos al gobierno a Palazzo Chigi y haremos resurgir a Italia», ha manifestado al anunciar su candidatura. Di Maio aspira a dirigir a Italia que es la novena economía mundia l, la tercera de la eurozona, y sentarse a la mesa de los siete grandes junto a Trump, Macron y Merkel. Él se lo cree. Pero la verdad es que, hoy por hoy, las posibilidades de que Luigi Di Maio sea primer ministro, después de las próximas elecciones generales, son prácticamente casi igual a cero. Según el último sondeo Demopolis, el M5E obtendría el 28,2 % de los votos. Es el primer partido y, en consecuencia, si gana las elecciones, Di Maio podría aspirar a recibir del presidente de la República, Sergio Mattarella, el encargo de formar gobierno en el 2018. Pero después tendría que presentarse en el Parlamento para obtener la confianza en ambas cámaras. Teniendo en cuenta que el M5E reitera que no quiere hacer alianza con otros partidos, porque no quiere implicarse con la vieja política, ¿a quién pediría Di Maio los votos para llegar a obtener la mayoría parlamentaria? Salvo que Di Maio cambie la política de alianzas del Movimiento, se puede ver confinado a una posición marginal.

«Una meteorina» de la Política

Silvio Berlusconi , que el próximo día 29 de septiembre cumple 81 años, líder de Forza Italia y aspirante también a sentarse en la mesa que se repartirá el poder tras las elecciones, porque con la actual ley electoral ningún candidato podrá gobernar sin formar alianzas, ha definido a Luigi Di Maio como uno que «da bien en televisión, pero no aporta nada a los italianos; es una meteorina de la política». Es decir, Berlusconi lo desprecia al considerarlo un pequeño meteorito que pasará sin dejar rastro en la política italiana. Llama la atención la nueva resurrección de Berlusconi, que el pasado domingo se presentó ante sus fieles como el líder del centro derecha que frenará a los populistas. Vuelve con las viejas recetas de Reagan y Thatcher, pregonando menos impuestos para todos, añadiendo un toque también de «modernidad» y populismo al prometer pensiones mínimas de 1.000 euros, más o menos como hace el Movimiento 5 Estrellas. La «resurrección» de Berlusconi es muy emblemática, porque demuestra que la generación posterior no ha producido líderes con carisma para llevar las riendas del país. Hoy Italia es una gran nación que carece de una clase dirigente preparada. Giovanni Floris, presentador de un conocido programa de televisión en «La7» considera que los «políticos italianos en la cuarentena son superficiales, inmaduros, no están preparados e improvisan para afrontar los problemas». De ello sería un buen ejemplo Luigi Di Maio.

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