Manifestación en Grozni en 2015 en protesta por la publicación en Francia de caricaturas de Mahoma
Manifestación en Grozni en 2015 en protesta por la publicación en Francia de caricaturas de Mahoma - REUTERS

¿Hablamos en Occidente el mismo lenguaje que los musulmanes?

Desde el término «libertad» al de «amor», las mismas palabras tienen distintos contenidos

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El diálogo entre el islam y el occidente cristiano tuvo en 2004 un instante de fuego de artificios con el lanzamiento de la iniciativa conjunta de Rodríguez Zapatero y el líder turco Recep Tayyip Erdogan, asumida con entusiasmo en 2005 por Naciones Unidas. Desde entonces, el llamado «Diálogo entre Civilizaciones» se ha transformado en una cita más en el calendario de la burocracia internacional sin ningún resultado tangible. La «crisis de las caricaturas de Mahoma» permitió, años más tarde, advertir que existe un problema de percepción que afecta no solo a los sentimientos religiosos sino también al lenguaje. Usamos los mismos términos, pero estos no tienen el mismo significado. La llamada Primavera Árabe (2011) demostró por ejemplo que los términos «libertad», «democracia» y «soberanía popular» tienen en Oriente y Occidente contenidos distintos, al menos para un gran segmento de la población.

Los movimientos islamistas supieron aprovecharlo tras el derrumbe de las dictaduras laicas.

Algunos intelectuales como Antoine Moussali y Samir Khalil Samir, que cuentan con el privilegio de ser árabes y cristianos -lo que les permite no depender de las traducciones- van más lejos al advertir que el diálogo entre los dos mundos necesita definir conceptos antropológicos, sin los que es muy ardua la comprensión mutua. En concreto, el libanés Moussali se refiere a tres términos clave que explican la dificultad del árabe clásico (coránico) para comprender el cristianismo y la mentalidad occidental:

Persona

En árabe no existe ese término con el contenido griego o latino. En la lengua del Corán «persona» se traduce como «chahç», que significa «estatua». La cuestión es muy relevante para la teología, porque cierra las puertas a la comprensión del misterio cristiano de la Trinidad (tres personas en una misma naturaleza divina), pero también influye en la concepción musulmana del individuo y de su papel en la sociedad.

Comunión

El sentido de esta palabra en Occidente, como «común-unión» entre personas, no existe en árabe. Cuando se quiere hablar de lazos se utiliza «charika», que según Moussali hace pensar más en «compañía» que en comunión, y tiene también connotaciones comerciales. Así, cuando el árabe coránico habla de la «umma», la comunidad de creyentes, no se refiere tanto a la comunión de ideales como a una fusión de individuos en torno a una matriz común.

Amor

El Corán se refiere a 99 nombres de Alá, todos ellos atributos descriptivos del Ser supremo y en ninguno aparece Dios como «Amor». La teología musulmana ha especulado mucho en torno a esta ausencia. Para Moussali, la principal dificultad viene definida por el verbo «ahabba», «amar», que está cargado de afectividad carnal o al menos sensual en el árabe clásico.

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