La canciller alemana, Angela Merkel (c), y la conservadora Julia Klöckner (d), vicepresidenta del partido de Merkel y candidata a los comicios, durante un acto electoral de la Unión Cristianodemócrata (CDU) en Tréveris (Renania-Palatinado)
La canciller alemana, Angela Merkel (c), y la conservadora Julia Klöckner (d), vicepresidenta del partido de Merkel y candidata a los comicios, durante un acto electoral de la Unión Cristianodemócrata (CDU) en Tréveris (Renania-Palatinado) - EFE

Guía para no iniciados de unas elecciones regionales en las que Merkel se lo juega todo

Los comicios en Renania-Palatinado, Sajonia-Anhalt y Baden-Württenberg se han convertido en una especie de referéndum sobre la política de los refugiados de la canciller alemana y un aviso de cara a las generales de 2017

Corresponsal en Berlín Actualizado: Guardar
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Una página web del Gobierno alemán que se llama Wahl-o-mat ofrece un test on line que, tras responder un cuestionario, encamina al usuario sobre su orientación política, basándose en los programas de los partidos políticos. La novedad en estas regionales es que muchos alemanes se encuentran al final del test con que son de extrema derecha, a pesar de lo políticamente decentes que ellos se sienten. Los comicios se han convertido en una especie de referéndum sobre la política de los refugiados de Merkel y un aviso a navegantes de cara a las generales de 2017. La canciller alemana sabe que se lo juega todo a esa carta y quienes mayores distancias han mostrado en campaña con su política han sido, curiosamente, sus propios candidatos.

Sajonia-Anhalt

Muchos se preguntan por qué esta región oriental, Sajonia-Anhalt, que perteneció a la Alemania comunista y que probablemente es la que más se ha beneficiado de la reunificación alemana, se ha convertido en el principal caladero de la extrema derecha. Alternativa para Alemania (AfD) obtiene hasta un 19% de los votos en las encuestas. Pero la respuesta a esta paradoja no es tan complicada: para empezar, en el país del pleno empleo técnico mantiene un paro del 10,8%; y además está el factor candidato. André Poggenburg se presenta contando que tiene 40 años, que es vendedor y de Sajonia-Anhalt hasta la médula. Y lo dice todo sin una palabra más alta que otra y un atril de por medio, caminando entre el público, sus vecinos, y a pecho descubierto. Sus zapatos, de piel pero con sobresuelas, y su escrupuloso y discreto corte de pelo, denotan que se trata de un hombre decente de la castigada clase media alemana, con el que fácilmente se identifica el elector. Por eso, aunque en este estado federado la población extranjera no sobrepase el 2,2%, cuando él dice que son demasiados, a muchos les suena sensato. Concretamente lo dice así: «El que no ame Alemania tiene que irse».

El candidato de la CDU de Merkel, Reiner Haseloff, resulta más sensato, más creíble y más de clase media, a juzgar por el 29% que le dan las encuestas, porcentaje ganador y con un descenso solo del 3,5%. ¿De dónde salen entonces los votos de AfD? De Los Verdes, que aglutinaban el voto protesta y antisistema hasta que llegaron los refugiados.

Baden-Württemberg

Baden-Württenberg es de los tres estados que votan el que mayor intriga presenta. Las encuestas indican que Merkel va a recibir una puñalada y que perderá más del 10% de los votos, pero no se sabe exactamente si se la va a dar el presidente regional, el carismático verde Winfried Kretschmann, que apoya ruidosamente la política de refugiados de la canciller alemana y sorprendentemente gana un 9,3% más votos que en los anteriores comicios, o su propio candidato, Guido Wolf, que no tan ruidosamente pero de forma inconfundible ha dado a entender en varias ocasiones que hay que poner tope a las entradas en el país, en contra de las puertas abiertas de Merkel. Aunque a decir verdad, el verdadero juego de intrigas comenzará ya recontados los votos. ¿Gobernarán en coalición los Verdes y la CDU, dando pistas para 2017 en un escenario de decadencia del Partido Socialdemócrata? ¿Tentarán los socialdemócratas a Los Verdes para desterrar a los conservadores, sentando serio precedente?

Renania-Palatinado

En Renania-Palatinado, ese pequeño estado junto a Luxemburgo que no llega a los 4 millones de habitantes, las elecciones se presentan como un duelo entre mujeres. Malu Dreyer, católica, socialdemócrata y casada con un ex secretario de Estado, gobierna con Los Verdes y se ha ganado el apodo de «la armónica» por su saber mitigar conflictos. A su puesto aspira la conservadora y no menos glamurosa Julia Klöckner, vicepresidenta del partido de Merkel y figura en ascenso a nivel nacional. Para ganar perfil y a pesar de su fidelidad a Merkel, Klöckner ha acaparado titulares con nuevas propuestas para endurecer las leyes de asilo e impulsar la integración de los extranjeros en el país con su adhesión a los valores alemanes. Las encuestas las han ido acercando más y más cada día y juntas tendrán que afrontar la nueva realidad, un parlamento regional con presencia de AfD, con casi el 10% de los votos.

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