Ana, una gran enamorada de Italia

Los peores augurios se cumplieron y la joven española Ana Huetese ha convertido en la única víctima española, hasta el momento, del terremoto que arrasó el corazón de Italia la madrugada del miércoles. Nacida hace 27 años en la localidad granadina de Víznar, Ana Huete era una amante del país transalpino, donde había viajado en varias ocasiones con su pareja, Christian, un joven italiano junto al que regentaba una pizzería, en el centro de Granada.

Era la tercera vez que esta joven veraneaba en Italia junto a su novio, que el pasado mes de mayo perdió a su padre, con el que llevaba unos cuatro años de relación y con el que recientemente había adquirido un piso en la capital granadina, aunque todavía no estaban casados, detalló ayer a Efe Nicolás Espigares, tío político de Ana.

«Tenían un proyecto en común, como tantas otras parejas jóvenes», señaló este portavoz de la familia, que continúa los trámites para repatriar su cadáver y que ha pedido respeto por su privacidad.

Aunque el novio de Ana, herido en el terremoto, era originario de un pueblo más al sur del lugar del siniestro, pasaban unos días en Illica, situado en la provincia de Rieti (región del Lazio). En el momento de la tragedia, se encontraban junto a otros familiares italianos. Mientras las mujeres dormían en la planta del edificio, los hombres lo hacían en la de arriba. Huete falleció al caerle una viga encima, mientras que Christian resultó herido leve y fue quien identificó el cuerpo y dio la noticia a los padres de la joven.

Ana decidió sumarse al negocio de restauración tras iniciar la relación con su pareja, con la que vivía actualmente en una casa del barrio del Albaicín.

La pizzería abrió en 2009 y se trataba de un negocio al que ella dio un nuevo impulso para conquistar a la clientela con comida tradicional. El negocio formaba parte de «Outbarriers» (fuera barreras), un proyecto social sostenible que facilita información a invidentes sobre comercios o restaurantes y que acerca estos establecimientos a ciegos. La joven, asidua a las redes sociales, plasmó también en ellas el viaje que hace casi un año la condujo con su pareja a la vivienda familiar de Illica, municipio en el que ha fallecido como consecuencia del seísmo y en el que presumía de su gran familia italiana.