Jeremy Corbyn
Jeremy Corbyn - REUTERS

La elección de dos diputados mide la debilidad de Corbyn

UKIP aspira a lograr un escaño en un feudo tradicional del laborismo

Corresponsal en Londres Actualizado: Guardar
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En este jueves 23-f en el Reino Unido todos los titulares los copa Doris, una tormenta de agua y viento que está cruzando las islas británicas. Pero también se trata de una importante jornada política. Dos pequeñas circunscripciones del deprimido Norte de Inglaterra, Stoke y Copeland, eligen sendos diputados en elecciones adelantadas tras dos dimisiones. Ambas son plazas hegemónicas del laborismo desde hace décadas, pero ahora peligran. En Stoke, donde el 70% de la población votó Brexit, busca UKIP su segundo escaño en Westiminster y ha puesto a competir a su nuevo líder, el ya controvertido Paul Nuttall, desprestigiado por sus mentiras. En Copeland los conservadores podrían dar la sorpresa.

Si los laboristas llegasen a perder Stoke y Copeland supondría un severo golpe para el muy desprestigiado Jeremy Corbyn, que en las encuestas está a 16 puntos de Theresa May y al que hasta en su propio partido ven incapaz de ganar las elecciones generales.

El Norte de Inglaterra es un granero de votos de siempre para el laborismo y una victoria e UKIP mostraría un desplazamiento de los sufragios obreros hacia el partido xenófobo.

Stoke, con 250.000 habitantes y a medio camino entre Birmingham y Liverpool, es un ejemplo de libro de la Inglaterra norteña venida a menos tras un potente pasado industrial. El 25% de la población está subsidiada y las calles son una ringlera de escaparates cerrados. Los vecinos expresaron toda su amargura en el referéndum con un voto masivo a favor del Brexit, que en gran medida fue una queja del Norte deprimido frente al brillo del próspero Londres.

Los laboristas ostentan el escaño de Stoke desde 1950. En las generales de 2015 se impusieron a UKIP, segunda fuerza, por 5.179 votos. El candidato ganador fue Tristam Hunt, que ha dejado el Parlamento para hacerse cargo de la dirección del Museo Victoria & Albert, provocando unas elecciones anticipadas. UKIP compite con toda la artillería, Paul Nuttall, su nuevo líder. Pero su campaña se ha visto empañada al ser sorprendido en varias mentiras. La más dolorosa es que proclamó que de niño había perdido a un amigo en la tragedia del estadio de Hillsborough y no era cierto. Si Nuttall se queda fuera de Westminster será una pésima tarjeta de presentación para él, dado que compite en una plaza eurófoba, lo que a priori jugaría a su favor.

Copeland, con 70.000 habitantes, está en Cumbría, en el Noroeste, en la zona de los Grandes Lagos, de gran valor natural y paisajístico. Allí los laboristas son los más votados desde 1983, aunque en las últimas elecciones ganaron por solo 2.564 papeletas. Su problema allí es la firme oposición de Corbyn a todo lo que suene a nuclear. La principal fuente de empleo para la zona es la industria atómica de Sellafield, por lo que el líder laborista ha sido muy mal recibido cuando ha acudido a hacer campaña por la circunscripción.

Según las encuestas, en Copeland los conservadores podrían dar la sorpresa y en Stoke, hay igualdad entre el aspirante laborista y el líder de UKIP, que promete «más apoyo a la sanidad pública, combatir la inmigración y un Brexit rápido». El problema para UKIP es que con la opción de Theresa May por el Brexit duro en cierto modo los tories les han robado su única bandera.

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