La sorprendente medida de seguridad de Kim Kardashian

Lo cierto es que desde que Kim Kardashian sufrió el robo en su mansión de París, la modelo no ha vuelto a ser la misma. Sufre pesadillas y tiene miedo a salir de casa, según ha confirmado su propia madre. De hecho, las pocas veces que se le ha podido ver, lo ha hecho rodeada de un nutrido grupo de guardaespaldas, muchos de ellos exmiembros de los servicios secretos.

La última de sus ocurrencias ha sido construirse, en su mansión de Bel-Air, una habitación del pánico de más de 90.000 euros. Según publica la revista «In Touch Weekly», la sala contará con un baño y estará llena de cámaras de seguridad. «Podrá soportar un terremoto de 7,0 grados», aseguró una fuente a la publicación.

Todo es poco para la estrella, después de que los asaltantes le robasen más de 9 millones de euros en joyas. Pero lo peor no fue la sustracción material, sino que la modelo fue atada y amordazada por los atracadores. Ella misma, según publicó «People», temió ser violada en la bañera de su casa. Un susto que a nadie se le borraría de la cabeza.

Tal y como cuentan los informes, después de liberarse como pudo, Kardashian gritó desde el balcón, próximo al lugar donde se encontraba su amiga y estilista, Simone Harouche.