Elvira Fernández, Begoña Gómez, Beatriz Tajuelo e Irene Montero
Elvira Fernández, Begoña Gómez, Beatriz Tajuelo e Irene Montero - ABC

Las otras candidatas del 20 de diciembre

Una ejecutiva, una «fundraiser», una azafata y una psicóloga... ¿A quién votaría?

MADRID Actualizado: Guardar
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Cuatro mujeres con estilos y personalidades muy distintas acompañan a los principales candidatos de las elecciones del próximo 20 de diciembre. Así son las otras protagonistas de la campaña.

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  1. Elvira Fernández

    Elvira Fernández
    Elvira Fernández - ABC

    Cuando en noviembre del año 2011 Mariano Rajoy ganó las elecciones, una tímida Elvira Fernández se asomó al balcón de Génova para celebrar el triunfo de su marido. Un fugaz beso en los labios y un leve saludo con la mano. Nunca más se volvió a repetir una exposición pública similar. Viri es una mujer realista, intuitiva y discreta, que no se ha prodigado en actos, pero tampoco ha faltado cuando se la ha requerido.

    Desde ese acertado segundo plano ha brindado un inestimable apoyo a Rajoy y también ha marcado su impronta en el día a día de La Moncloa. Una de las primeras decisiones que tomó la «primera dama» al llegar a su nueva residencia fue pedir una lista de gastos para ver en qué se podía ahorrar. Cambió los arreglos florales en jarrones por plantas en maceta y recicló el mobiliario, utilizando muebles que estaban guardados en el sótano, en vez de comprar nuevos. No se puede olvidar que antes de que su marido se convirtiera en presidente, ella trabajaba en gestión de control en Telefónica.

    Elvira, nacida en Pontevedra el 27 de abril de 1965, estudió Económicas y Empresariales en la Universidad de Santiago de Compostela. Tras terminar la carrera empezó a trabajar en una pequeña empresa de Lérez (Pontevedra) y posteriormente en Antena 3 TV, Admira, como asesora técnica de dirección. Su vida cambió tras conocer a su marido en un local de copas que ambos frecuentaban cerca de Sanxenxo. Comenzaron a salir y en 1996 sellaron su amor en la capilla de las Conchas en la isla de La Toja (Pontevedra).

    En 2008, con el imparable ascenso de Mariano, sacrificó su carrera profesional para dedicarse de lleno a sus dos hijos, Mariano y Juan, y por supuesto a su marido.

  2. Begoña Gómez

    Begoña Gómez en la presentación de Pedro Sánchez
    Begoña Gómez en la presentación de Pedro Sánchez - ÓSCAR DEL POZO

    La mujer de Pedro Sánchez parece haber desarrollado cierta adicción a los focos y las cámaras. Desde su irrupción estelar en el acto de presentación de Sánchez como líder del PSOE el pasado mes de junio, la presencia de Begoña Gómez se ha multiplicado exponencialmente. Acostumbra a acompañar a su marido a todos los debates que se tercien y si puede colarse en el plano televisivo, con su generosa sonrisa y el pulgar hacia arriba, mejor.

    Begoña es bilbaína de nacimiento, aunque sus raíces familiares hay que buscarlas en Valderas, un pueblecito del sureste de León. Allí la recuerdan como una niña «guapa y muy alta. Rubia como su madre».

    Licenciada en Marketing y con un máster en Administración de Empresas, en 1999 empezó a trabajar como asesora de entidades y negocios. Es especialista en fundraising o captación de fondos para ONG y ha prestado sus servicios en Greenpeace y Amnistía Internacional. Actualmente, ejerce como directora de la empresa Task Force.

    Su historia de amor con Pedro Sánchez comenzó hace más de diez años en una fiesta. Los presentó unos amigos en común, tal y como la propia Begoña le confesó a Jesús Calleja en un programa de Cuatro. «Fue un flechazo en toda regla».

    Poco después de conocerse se trasladaron a vivir al piso de ella en el madrileño barrio de La Latina. En 2006, decidieron dar un paso más en su relación y la por entonces secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, los casó en el ayuntamiento de la capital. Tienen dos hijas en común, Ainhoa y Carlota. Ambas estudian en un colegio público de Pozuelo, donde residen en la actualidad.

  3. Beatriz Tajuelo

    Albert Rivera y Beatriz Tajuelo a la llegada del foro ABC
    Albert Rivera y Beatriz Tajuelo a la llegada del foro ABC - JAIME GARCÍA

    No sabemos si el amor surgió en un vuelo a mil pies de altitud o a ras de suelo. De lo que no hay duda es que desde el verano de 2014, Beatriz Tajuelo, una azafata afincada en Hospitalet, se ha convertido en el mejor apoyo de Albert Rivera. Los que la conocen la definen como alegre, cariñosa y muy unida a su hermana (vinculada a Ciudadanos en Baleares) y a sus sobrinos, que desde hace unos años viven en Ferrerías (Menorca).

    Bea, como se refiere a ella su pareja, trabaja para la compañía aérea Air Nostrum. Sus gustos musicales son de lo más variopinto; desde Alejandro Sanz a Miguel Poveda, pasando por U2.

    Costó ver a la pareja en un acto oficial. No fue hasta el pasado mes de octubre cuando Rivera apareció del brazo de su chica en los premios Planeta. Posteriormente, acudieron juntos al Foro ABC en el Casino de Madrid.

    A diferencia de Begoña, con una actitud y presencia cada día más acusadas, Beatriz sigue guarecida a la sombre de su novio. No le gusta la exposición pública, aunque se ha cogido unos días de vacaciones para acompañarle a todos los actos de campaña. Los asesores han encontrado en ella a la mensajera perfecta para hacerle llegar los últimos consejos antes de los actos.

    Rivera sólo ha hablado de ella en contadas ocasiones. «Vivo con ella en un piso de 50 metros cuadrados. Mi chica es muy casera», declaró en una entrevista. Tras el ascenso de Ciudadanos, araña minutos al día para poder estar con ella y con su hija Daniela, de cuatro años, fruto de su relación con la psicóloga Mariona Soperas, de la que se separó en 2013. «Los fines de semana que me toca estar con la niña, o mis padres o mi chica la llevan a donde tenga un acto. De otra manera, sería imposible». Bea ya es una más en la familia.

  4. Irene Montero

    Ireme Montero
    Ireme Montero - ABC

    Se resisten a hacerlo público, pero en el seno de Podemos es vox populi. Pablo Iglesias comparte algo más que ideales y ambiciones con Irene Montero, la responsable de Movimientos Sociales del partido. Esta psicóloga de 27 años (diez años menor que él) vive en la zona de Las Rosas, en el madrileño barrio de San Blas, junto a su padre. No lejos de allí, en Vallecas, reside Pablo, en una casa que pertenecía a su tía abuela, donde convidó a desayunar tostadas con salmorejo a Ana Rosa Quintana.

    Pablo Iglesias quiere a Irene cerca. Recientemente anunció que la vicepresidenta y ministra de Presidencia de su hipotético Ejecutivo sería ella, su nueva compañera especial.

    Irene ocupa el cuarto puesto en la lista por Madrid, por delante de la ex de Pablo, Tania Sánchez, (que va como número seis) con la que salió durante los últimos cinco años. El pasado mes de marzo anunciaban en Facebook su ruptura, dando al traste con la privacidad que siempre habían exigido para sus asuntos personales.

    A pesar de emprender caminos por separados en lo sentimental, guardan una buena relación. En su último libro le rinde un homenaje cariñoso. «Sin ella no existiría Podemos», escribe refiriéndose a la excandidata de IU.

    Tres meses después de cantar a los cuatro vientos que ya no estaban juntos arreciaban las primeras sospechas de su relación con Montero. Ambos publicaron en Twitter unas imágenes para apoyar a un estudiante chileno en coma tras una manifestación. Misma hora, mismo despacho, mismo pancarta... Con el tiempo se evidenció que aquello no era una concatenación de casualidades, sino el inicio de un bonito romance al calor del partido.

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