Sauer y Merkel en el Festival de Ópera de Wagner
Sauer y Merkel en el Festival de Ópera de Wagner - afp

Joachim Sauer, el hombre a la sombra de Merkel

La canciller alemana asistió este sábado a la ópera en compañía de su marido, a quien se le ve muy poco en actos públicos. Es un químico reputado y da clases en la Universidad de Humboldt en Berlín

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Ese sábado 25 de julio, la canciller alemana Angela Merkel asistió al Festival de Ópera de Wagner en Bayreuth. Disfrutó de la obra «Tristán» junto a su marido, Joachim Sauer, un hombre que poco se deja ver y permite que sea su esposa, la famosa, quien disfrute de todo el protagonismo.

Sauer es el segundo esposo de la canciller alemana. Se casaron el 30 de diciembre de 1998, y, según «Bild», se trató de un enlace casi secreto. No hubo padres presentes, testigos y muchos de los amigos más cercanos se enteraron del enlace por las noticias publicadas en los periódicos. El matrimonio se ha mantenido así durante estos 17 años, con aura secreta, cuidado con celo de la exposición pública.

Joachim Sauer, de 63 años, es profesor de química teórica. Nunca habla con la prensa, y se limita a sonreír cuando aparece en actos públicos junto a la canciller, una de las mujeres más poderosas del mundo. Los medios alemanes lo han descrito como «invisible como una molécula».

Sus amigos y personas cercanas han señalado a Reuters que la prensa alemana tiene una imagen errónea del Primer Esposo alemán, y que si bien se muestra serio, no se trata de un ser amargado, sino de un hombre con los pies en la tierra con sentido del humor.

Los medios alemanes se han aprovechado del significado del apellido de él para relacionarlo con su personalidad. Sauer significa agrio o amargo. «Los clichés que circulan en los medios alemanes sobre Joachim Sauer son una falacia total», ha dicho a Reuters Reinhold Messner, el hombre con el que Sauer y Merkel treparon los Alpes. «Es el un hombre hecho a sí mismo. Es ingenioso, es profundo, puede ser increíblemente divertido y es un hombre extremadamente brillante. Es la contraparte ideal para la Canciller», ha dicho.

Sauer nació en abril de 1949 en el pequeño pueblo de Hosena, que pocos meses después pasaría a formar parte de la Alemania del Este, la comunista. Conoció a Merkel en el año 1981, quien en ese momento estaba casada con Ulrich Merkel, un estudiante de física. Ella tenía 27 años, se había licenciado en físicas por la Universidad de Leipzig y trabajaba en el Instituto Central de Química para la Academia de las Ciencias.Sauer, cinco años mayor que ella, trabajaba también en la Academia de las Ciencias de Berlín y fue el tutor de Angela. Ella se divorció de su primer esposo, de quien conservó el apellido y empezó a salir con Sauer.

Química pura

Ella (y él menos) nunca ha hablado de los inicios de la relación con Sauer, aunque los biógrafos de la canciller han apuntado que las reuniones que mantenían Merkel y Sauer cuando aún ambos estaban casados llamaron la atención de los oficiales de la Stasi. Él estaba casado y de ese matrimonio nacieron dos hijos, Daniel y Adrian. Sauer ayudó mucho a Merkel durante su tesis, a quien ella agradeció por sus «análisis críticos».

Sauer siempre ha tenido una mente privilegiada. Obtuvo su doctorado en química a los 25 años con el máximo honor -summa cum laude- por la Universidad de Humboldt, la misma institución en la que empezó a dictar clases, antes de ser fichado por la Academia de Ciencias de Berlín en 1977.

Reinhart Ahlrichs un académico con el que compartió en la Universidad de Karlsruhe ha descrito a Sauer como uno de los 30 mejores químicos teóricos del mundo, solo por debajo de quienes han ganado o pelean por el Nobel.«Es un jugador de las grandes ligas», decía en una entrevista con la revista «Stern».

Merkel entró en la política el año en que el Muro de Berlín cayó. Sauer en su lugar, decidió trabajar en su campo en San Diego (EE.UU.), en el instituto de bioquímica BIOSYM Technologies, una empresa que desarrollaba software para diseñar la estructura molecular de medicinas, conocida hoy como Accelrys. Regresó a Alemania en 1992, según Reuters, para volver a la enseñanza en la Universidad de Humboldt, y especializarse en la investigación de minerales porosos que tras procesos nucleares se pueden aplicar a la medicina. Hasta el año 2002, Sauer mantuvo un puesto como consejero de Accelrys.

Desde 1993 hasta la actualidad se ha mantenido como profesor de física y química teórica en la Universidad de Humboldt. En sus años como investigador, se ha enfocado en la química cuántica y química computacional, que han permitido una mejor comprensión del comportamiento de las estructuras y actividades de algunos algunos catalizadores.

Fue reconocido con la Medalla Kolos por la Universidad de Varsovia y la Sociedad polaca de Química. Ha publicado más de 300 artículos académicas y ha sido el tutor de las tesis de doctorado de más de 16 alumnos.

Ocho años de novios

Merkel y Sauer mantuvieron un noviazgo durante ocho años hasta que decidieron casarse en 1998. La canciller, en una entrevista a la revista femenina «Brigitte» declaró que a diferencia de lo que se piensa, ella retrasó su matrimonio para que no la tildaran de oportunista. Se ha dicho muchas veces que Merkel se casó ante las presiones del partido CDU (Unión Cristianodemócrata), que veía con mala cara que una figura de sus filas estuviese viviendo «en pecado». En la entrevista con «Brigitte» ella dijo todo lo contrario. «En ningún caso quería que se dijera 'esta se casa porque está en la CDU, y sino no podrá ser ministra'. Si no hubiese estado en la política, podría haberme casa perfectamente unos años antes», dijo.

Sauer, gracias a su bajo perfil, logra esquivar a periodistas, vive libre de guardaespaldas y generalmente se desplaza a su aire. En una ocasión, la prensa alabó que el esposo de la canciller tomara un vuelo «low cost» para encontrarse con su esposa, que se encontraba en Italia por compromisos de Estado.

Lo poco más que se sabe sobre su personalidad, llega de las palabras de Merkel, quien le ha descrito en algunas ocasiones como «un buen consejero» y un apoyo «vital». Algunos colaboradores le describen como el cable a tierra de Merkel, quien le ofrece la dosis de la realidad cotidiana y la persona que le da sus opiniones más directas, sin adornos.

«Es un hombre que quiere ser reconocido como un científico, como el el marido de Merkel», dijo a Reuters uno de sus estudiantes. Otro de sus alumnas le ha descrito como un profesor severo, de la vieja escuela, que veta las conversaciones en clases o llevar comida al salón. Comparte gustos con la canciller, como por ejemeplo, ir a la ópera, razón por la que se ha dejado ver este fin de semana. También hace senderismo, esquía y escala montañas en sus vacaciones.