Pintura sobre la quema de brujas por la Inquisición; a la derecha, el boceto sobre la nueva plaza
Pintura sobre la quema de brujas por la Inquisición; a la derecha, el boceto sobre la nueva plaza - ABC

La plaza de la Cebada: de la quema de brujas por la Inquisición a polideportivo multiusos

El histórico enclave, uno de los más antiguos de la capital, fue construido en el siglo XVI sobre un cementerio árabe

Madrid Actualizado: Guardar
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La plaza de la Cebada, entre las más antiguas de la capital, está considerada como uno de los enclaves más singulares del centro de la ciudad. El mercado homónimo que actualmente ocupa parte del espacio debe su nombre a la historia primigenia del lugar, construida en el siglo XVI. En esta popular ubicación era donde los campesinos acudían a vender los cereales; con la consiguiente separación entre la cebada destinada a los caballos del rey de los del forraje que iba para los regimientos de caballería. Pero además de un mercado, la plaza ha sido escenario de torturas y quema de brujas a cargo de la Santa Inquisición.

El uso que tendrá a partir de 2019, con un polideportivo con piscina, gimnasio y pista de baloncesto, dista mucho de su origen.

El mercado se asentó sobre un cementerio árabe, y acaso por esa coincidencia macabra se convirtió en una lugar de ejecuciones. Los historiadores coinciden en que la Inquisición torturó y quemó a cientos de personas inocentes, acusadas de herejía. Fueron los años más oscuros de su memoria, pero no los únicos.

Al igual que otros enclaves madrileños, como la Plaza Mayor, la de La Cebada fue utilizada para ejecuciones que han pasado a la historia negra de la capital. Donde los madrileños hoy toman el aperitivo o acuden al teatro, en el siglo XIX acudían en masa para ver cómo el bandolero Luis Candelas o el político y militar Rafael del Riego pasaban por el garrote.

No obstante, su pasado no se centra exclusivamente en estos episodios fatales. También ha sido un jardín público durante las fiestas de San Isidro o, más recientemente, un espacio de actividades vecinales en las mismas celebraciones patronales. El Mercado de La Cebada, inspirado en su homólogo parisina de Les Halles, fue diseñada por el arquitecto Mariano Calvo y Pereira.

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