Fachada de San Gabriel de la Dolorosa
Fachada de San Gabriel de la Dolorosa - MAYA BALANYÀ
Iglesias de Madrid

Parroquia de San Gabriel de la Dolorosa: la senda de fe de los padres Pasionistas

Esta comunidad ocupa un lugar importante entre los vecinos de Pinar de Chamartín

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Madrid es una cruz de líneas horizontales y verticales, de viviendas horizontales y verticales, de vidas horizontales y verticales. A la sombra de ese norte geográfico inclinado, que ahora construye desde el suelo hacia el cielo, se encuentra la parroquia de San Gabriel de la Dolorosa, en la calle Arte 4, vía apacible de zona residencial salpicada de despachos, Pinar de Chamartín la llaman. Parroquia y convento, porque el complejo mundo de la vida comunitaria se nutre del carisma de los padres Pasionistas, que en Madrid tienen encomendada también la Parroquia de Santa Gema Galgani.

San Gabriel de la Dolorosa, en cuya fiesta estamos, Francisco en la pila bautismal, fue un joven italiano del siglo XIX henchido del amor abrazado a la cruz.

Porque el carisma de los Pasionistas, fundados por san Pablo de la Cruz, es lección de cruz y de luz, Jesús en la cruz, «modelo de toda dulzura y mansedumbre».

Marcelino Ortega, párroco de San Gabriel
Marcelino Ortega, párroco de San Gabriel - MAYA BALANYÀ

Mi primera pregunta al párroco, el padre Marcelino Ortega González, discurre por los derroteros de la influencia del carisma de los Pasionistas en la vida parroquial. Y el Padre Marcelino, con su experiencia de acompañamiento de Comunidades de Base en El Salvador y Costa Rica, y un período no menor de servicio en Tarrasa, explica que el núcleo de su espiritualidad es el «ser para», una especie de formulación del existencialismo no de Sartre sino mitad de Kierkegaard, Gabriel Marcel y del León Bloy que tanto le gusta al Papa. «El “ser para” está presente ya en Jesús Crucificado. Dos aspectos de la pasión: contemplar al Cristo histórico y la dimensión transhistórica, actual. Cristo que sufre y las personas que hoy sufren. La cruz y las injusticias que golpean a los hermanos», apunta el padre Marcelino.

Comunidad de comunidades

Interiro de la parroquia de San Gabriel de la Dolorosa
Interiro de la parroquia de San Gabriel de la Dolorosa - MAYA BALANYÀ

Teología de la cruz, perspectiva social presente. Las tres dimensiones sobre las que se articula la Cáritas parroquial, la acogida, el ropero y el Centro de mayores, –el lugar en el que se reúnen tres días a la semana–. La caridad plena de miradas de redención. La soledad es una cruz de nuestro tiempo. La parroquia, compañía de vida, comunidad de comunidades y de sensibilidades, de las que me habla el párroco. Y el Salón solidario, el lugar de ese aperitivo dominical que los padres de los niños de las catequesis, y las personas que viene a la parroquia a misa, han organizado todos los domingos.

El padre Marcelino no está solo en las tareas parroquiales. Le acompaña el Padre José Fernández del Cacho, viejo amigo de entrañables lides periodísticas, allende los tiempos de pasados pontificados y trabajos en la Conferencia Episcopal. El Padre Pepe no ha perdido su alma de poeta. Poeta de la pasión de Dios y de la pasión de los hombres. El padre Fernández del Cacho, quien por cierto mantenía deliciosas conversaciones sobre lo divino y lo humano con Gloria Fuertes, a quien estos días recordamos. Organiza con frecuencia unos recitales poéticos en la parroquia que son una maravilla. Porque el lenguaje del Evangelio es estética y sublimidad.

La parroquia de san Gabriel de la Dolorosa es un parroquia joven. Animadas son sus iniciativas, el grupo de la Renovación Carismática, de la Adoración Nocturna, de Vida Ascendente. Fue en 1965 cuando a petición del arzobispo de Madrid, monseñor Casimiro Morcillo, llegaron los primeros Pasionistas a ese barrio, entonces humilde, de inmigración, dónde tenían una presencia fecunda, desde 1957, las Religiosas Siervas del Evangelio. Las primeras hechuras se tejieron en 1965 bajo la protección de San Vicente.

El 11 de noviembre de ese año se concedió el cambio de titular de la Parroquia. Las obras de la actual iglesia comenzaron en 1992 y el 27 de febrero de 1994 el arzobispo de Madrid, Ángel Suquía, consagraba el templo. Por esas témporas se incorporaron a la comunidad el grupo de estudiantes profesos que hasta entonces vivían en Alcalá de Henares. Una historia de vida de una comunidad que mira hacia el árbol de la cruz, donde estuvo clavada la salvación del mundo. Detrás del árbol de la cruz, la luz, siempre la luz. Y la vida.

Ver los comentarios