«Fuimos las primeras en caer y luego más gente; a mí me sacaron, pero a Cris, Rocío y Katia, no»

Estremecedora. Así ha sido la novena sesión del juicio del Madrid Arena esta mañaña celebrada en Sala 0 de la Audiencia Pronvicial de Madrid. Carmen Rodríguez, amiga de tres de las fallecidas durante la fiesta de Halloween de 2012, ha relatado los duros momentos que vivieron en la ratonera en la que se convirtió el recinto, atestado de gente al que acudió con otros seis jóvenes entre ellos Daniel. «Un relaciones públicas que vendió las entradas a su grupo le envío un menaje en el que afirmó que a la fiesta iban a asistir más de 20.000 personas».

«Fuimos las primeras en caer, prácticamente a la vez y , simultáneamente, siguió cayendo gente, gente, gente encima y por todos los lados, provocando la avalancha poco antes de la actuación de Steve Aoki sobre las 03.00, 3.15, prevista para las 3.30 horas», se emociona al recordar los esos duros momentos.

Y todo ello sucedió cuando salieron de la pista en la que vieron nada más llegar que no se podían mover por la masificación, estábamos bloqueadas, atascadas, por lo que decidimos salir al vomitorio; allí nos aprisionaron por todos los lados».

En su relato de los momentos de angustia que pasó junto a su grupo de cinco amigos atrapados en ese pasillo infernal (a otras dos amigas de su barrio de la Alameda de Osuna las perdieron nada más entrar, debido «a la barbaridad de gente que había por todas partes, miraras por donde miraras») a Carmen se le ha quebrado la voz y no ha podido contener las lágrimas, emocionada. «Antes de llegar a la pista ya nos agobiamos en las escaleras, te balanceabas, no te movías tú sino la gente y en la pista central ocurría igual; ahí no se podía estar».«Miraras por donde miraras era una barbaridad la cantidad de gente que había».

«Nadie de la organización ayudó»

Por ello, salieron por uno de los tres vomitorios abiertos de espaldas al escenaro, sin pensar que lo peor estaba por llegar. «Primero cayó Cristina (Arce), luego Rocío (Oña) y Katia (Esteban), que estaba a mi lado, en el suelo... (llora). Yo estaba encima, intento salir pero no puedo. Dani lo consiguió y me dio la mano, tiró de mí, pero no me podía sacar. Me di la vuelta y vi que tenía una pierna en el suelo y una masa de gente encima. Mi amigo con la ayuda de otros chicos me agarraron de los brazos y las piernas, pero no podían sacarnos. Otros jóvenes ayudaban a otras personas», ha explicado Carmen reviviendo la tragedia, muy afectada. No se podían mover y algunas de sus amigas fueron conscientes de que se asfixiaban y le dijeron sus últimas palabras. «No voy a precisar lo que me contó», ha aseverado, firme, a preguntas del Miniterio Fiscal.

Al final a Carmen la sacaron de allí Dani y unos desconocidos. «Alguien me agarró del troncó e hicieron de salvadores. Nadie de la organización ni las personas con chaleco (de seguridad) dirigió la ayuda a las personas atrapadas».

«Tenemos que llevar a la cárcel a esa gentuza»

La hermana de Cristina Arce, Verónica, que ha sido llamada a declarar como testigo, calificó al término de su breve manifestación, de gentuza a los acusados. «Tenemos que hace todo lo posible para que vayan a la cárcel».

Ella, al igua que Ángel Esteban y su hija Tania, padre y hermana de Katia, están a día de hoy en tratamiento psicológico, han reclamado las indemnizaciones que pide la Fiscalía que oscilan entre los 173.990 para los padres y 164.500 euros para los hermanos.

Verónica, al igual que el resto de los familiares de las tres de las cinco víctimas que han acudido hoy al juicio, manifestó que se sentía decepcionada. «Esperaba otras preguntas sobre mi hermana para humanizarla, pero no dónde vivía o con quién cuando ocurrieron los hechos».

Mientras, su madre Isabel de la Fuente ha tachado de «vergonzosa» la insinuación de una de las defensas sobre si las chicas habían bebido y por ello se cayeron al suelo. Muy molesta, ha replicado: «Aquí no se está juzgando a las víctimas si no a quienes propiciaron su muerte».

Por su parte, el padre de Katia, ha subrayado que acudir al juicio «es un palo y que sobrellevan la tragedia como pueden». En cuanto a qué ha sentido al ver de cerca a los 15 imputados por primera vez y que les diría, tras reflexionar un instante, ha manifestado que se lo guarda para él «para cuando duermo», pero destacó «su falta de humanidad». «No les he mirado a la cara a ninguno, ¿para qué?», ha concluido.