Carmena mantiene a la dirección de Matadero pese a ser irregular

La opacidad en torno a la gerencia de las Naves de Matadero no cesa. La alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, aseguró ayer que mantendrá a la dirección colegiada, pese a que los servicios jurídicos municipales advirtieron de que era inviable. El Ayuntamiento insiste en que utilizará un contrato mercantil, acorde a las bases del concurso; pero este tipo de adjudicaciones han de regirse por la ley de contratos públicos, y no por una comisión evaluadora. La oposición en bloque –PP, PSOE y Ciudadanos– mostró su sorpresa por las palabras de la alcaldesa y anunció que pedirá el acta del consejo de administración de Madrid Destino en la que se aventuró que solo contratarían a un director.

Como reveló ABC, la consejera delegada de la empresa municipal, dependiente del área de Cultura, avanzó que los abogados habían rechazado que la dirección de Matadero recayera en tres personas: Mateo Feijóo, María José Manzaneque y Almudena Ávalos.

La intervención alegó en el último consejo del año, celebrado el pasado 28 de diciembre, que elegir a los tres sería como contratar a «autónomos encubiertos» y, en ese caso, incurriría en un posible delito de prevaricación. Según ha confirmado ABC, en esa reunión se dijo incluso que Manzaneque y Ávalos habían renunciado a su cargo y que el único responsable sería Feijóo. Desde el Consistorio, sin embargo, niegan este extremo y sostienen que solo se informó de la búsqueda de una fórmula de contratación que permitiera incorporar a los tres.

Carmena, que compareció durante la presentación del Teatro Español junto a su directora, Carme Portaceli, reiteró esta postura y corrigió a la consejera delegada: «El concurso, después de las preguntas previstas en los procesos de contratación, dijo que sería colegiada, y así será. Nos sometemos escrupulosamente a sus bases». Esta respuesta fue recibida con asombro por todos los grupos municipales, que plantean varias preguntas sobre el proceso y destacan la «falta de transparencia» que impera en la empresa Madrid Destino.

El método escogido para contratar a Feijóo, Manzaneque y Ávalos será la del contrato mercantil. Esta situación, como denuncian desde el PP y Ciudadanos, abre la posibilidad de que los candidatos no electos puedan impugnar la elección, ya que este tipo de adjudicaciones deben someterse a la ley de contratación pública.

Puesto que para la dirección artística se seleccionó a una persona jurídica (empresa), la decisión no puede tomarla el jurado creado para tal caso, sino una mesa de contratación. «Lo advertimos en septiembre y lo repetimos ahora: si iban a contratar a una empresa a través de un contrato mercantil debieron hacer una licitación», asegura la concejal popular Isabel Rosell. Y añade: «Lo dicho por la consejera delegada nos da la razón, solo podía ser uno y no tres, la inseguridad jurídica que provoca es manifiesta».

La premisa de que el proceso fue una externalización de un servicio, y debió salir a licitación pública, fue señalada también por el abogado de Juan Carlos Pérez de la Fuente, tras la desestimación del recurso presentado por el exdirector. El Tribunal Administrativo de Contratación Pública de la Comunidad de Madrid, no obstante, negó la impugnación del concurso porque aunque sí era una privatización, el resultado final no afectaba a De la Fuente, que no se presentó.

Críticas de la oposición

La edil socialista Mar Espinar, que tras la reunión pidió que se repitiera el concurso por «respeto a los participantes y el sector», declaró a este diario que preguntarán a la alcaldesa «por qué dijo que habrán tres directores si los servicios jurídicos avisaron que sería prevaricar». Además, en una consideración compartida con Ciudadanos y el PP, pedirá el acta que refleja que la consejera se expresó en tales términos.

Sofía Miranda, de C’s, acusó a Madrid Destino y a la concejalía de Cultura, dirigidas por Celia Mayer, de funcionar bajo una «opacidad absoluta». «Es una vergüenza que ahora quieran dejar a la oposición por mentirosos, cuando esto no es más que una muestra de su mala gestión», añade.