poster Vídeo
Imagen tomada de la señal de la televisión en los juzgados de Santiago - M. MUÑIZ
«Caso Asunta»

Los forenses revelan que la niña no pudo defenderse en el momento del asesinato

El cabello de Asunta evidencia que fue drogada en repetidas ocasiones ese verano

Santiago Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

A menos de una semana de que el veredicto del jurado popular ponga fin a dos años de enigmas y presunciones, el juicio por el asesinato de la niña Asunta Basterra enfiló ayer su recta final abordando las periciales que aún quedan en el tintero. El cómo estaba la fallecida en las horas previas a su muerte centró el interrogatorio al que las partes sometieron a los toxicólogos encargados de analizar la sangre, la orina, el cabello y el contenido gástrico del estómago de la pequeña en el momento de su fallecimiento. De sus exámenes se descolgaron importantes conclusiones que ayudan a dibujar las circunstancias de la víctima en sus últimos momentos de vida. Los forenses del Instituto Nacional de Toxicología defienden que después de haber ingerido al menos 27 pastillas de lozarepamAsunta no podía caminar con facilidad, ni coordinar movimientos, y mucho menos defenderse de una agresión.

Sus capacidades, explicaron ayer, quedaron seriamente comprometidas tras absorber parte de los fármacos —no llegó a digerirlos todos— que pudo consumir durante la comida, o después de ella. Aunque no está claro el momento en el que a la menor le suministraron tal cantidad de orfidales (ni si lo hicieron de una sentada o en varias dosis), los expertos aclararon que es a las dos horas de su absorción cuando estos medicamentos alcanzan su pico máximo de acción. El tiempo que pudo transcurrir hasta que se produjo esa absorción es muy orientativo y depende en gran medida del proceso de digestión de los alimentos que el organismo de la niña estaba realizando y que «siempre ralentiza la llegada del fármaco a la sangre».

Comió tres horas antes

Lo que sí tienen claro los peritos es que Asunta Basterra comió por última vez entre tres y cuatro horas antes de su asesinato, lo que coincide con la hipótesis formulada por el forense encargado de su autopsia, que la pasada semana ratificó en sala que la pequeña falleció entre las 16 y las 20 horas de aquel fatídico 21 de septiembre. Las pruebas a las que fue sometido el pelo de la menor también pusieron sobre la mesa otro dato a tener en cuenta. Al menos en el mes y medio previo a que alguien acabase con su vida, Asunta Basterra fue drogada con dos tipos diferentes de benzodiacepinas. Es imposible saber en qué cantidad ni cuándo, pero los peritos sí confirmaron que la ingesta de estas dos clases de ansiolíticos fue reiterada en el tiempo. Para llegar a su conclusión, los expertos tomaron una muestra de pelo de tres centímetros, lo que de media equivale a tres meses en la vida de un adulto. Sin embargo, y llevándolo al extremo, esta muestra de cabello podría corresponderse con una franja más reducida, de poco más de mes y medio, algo posible teniendo en cuenta que hay cabellos que crecen a una velocidad de 1,5 centímetros mensuales.

Con el abanico de opciones desplegado, las defensas de los dos acusados por el asesinato de Asunta se aferraron a la última de estas hipótesis para insistir en que la ingesta de tóxicos no se remonta tanto tiempo atrás y abrir la puerta, in extremis, a una nueva sospecha: «¿Pudo la niña tomar el lorazepam durante el mes de agosto?». Con la pregunta que la defensa de Basterra formuló ante el tribunal, la madrina y la cuidadora de Asunta, las personas con las que pasó la mayor parte de ese mes, quedaron ayer señaladas.

El proceso por la muerte de la pequeña Asunta Basterra se retomará hoy con las últimas periciales programadas. Se trata de las declaraciones del psiquiatra que atendió a Rosario Porto en los meses previos a la muerte de su única hija y del testimonio del especialista que la está tratando en la actualidad. Después, las partes iniciarán la ronda de presentación de pruebas documentales, previa a sus alegatos finales. En el aire está todavía saber si los dos acusados por el asesinato de su única hija harán uso de su turno de palabra al remate de la vista oral para dirigirse a los nueve miembros del jurado popular que deberán emitir un veredicto.

Ver los comentarios