Los estibadores gallegos secundan en bloque el primer día de huelga

La primera jornada de huelga del sector de la estiba en Galicia ha sido secundada al 100%, según confirmaron este lunes tanto los sindicatos del sector como los responsables de los principales puertos de la Comunidad. El presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo –el puerto gallego más perjudicado por los conflictos que está generando la liberalización del sector– corroboró el seguimiento de los paros por la totalidad de los trabajadores y señaló que aunque se habían ajustado a lo previsto y las horas de trabajo se llevaron a cabo con normalidad, las consecuencias para un puerto y una ciudad como Vigo supone un daño grave a la economía.

«La huelga se están realizando a pie de trabajo; se para y se reanuda la actividad en las horas alternas fijadas. La conducta está siendo responsable, y es de agradecer, ya que los rendimientos durante las horas de trabajo son normales, pero lamento mucho esta situación porque el daño es grave», destacó Enrique López Veiga.

«El esquema fijado de paros no es razonable, hay que sentarse a negociar. El decreto era una obligación inexorable, y la liberalización del sistema de estiba es un hecho», añadió el presidente del puerto vigués, que atendió la descarga de dos buques ro-ro en la terminal de Bouzas. La jornada de huelga no tuvo más incidencias que los retrasos pertinentes debido a los paros de los trabajadores en horas alternas. No obstante el presidente aseguró que las navieras no pueden permitirse estos retrasos y que si esto continua se irán a otros destinos. La ciudad olívica cuenta con el mayor sector estibador de Galicia, que suma un total de 110 trabajadores. Según informó el presidente del puerto vigués, fueron requeridos 94 profesionales.

Exceptuando el Puerto de Vilagarcía, que no tenía prevista ninguna actividad a desarrollar por los estibadores –por lo que no se ha visto afectado por los paros del sector en esta primera jornada– todos los puertos gallegos han visto reducidas las horas de trabajo del sector. Así, el Puerto de Marín, contaba con la descarga de un barco de bobinas de chapas de acero, según confirmó el jefe de operaciones portuarias, José Manuel Abad. El Puerto de Ferrol vivió una pequeña incidencia en la operativa de descarga de un buque, que según fuentes de la dársena ferrolana se solucionó en pocos minutos y la huelga y el trabajo de estiba en el navío se desarrollaron según las previsiones fijadas por el sector.

Por su parte, el Puerto de La Coruña, que cuenta con un sector estibador de 24 personas, se vio afectado por el conflicto en dos buques que precisaban la asistencia operativa de estos agentes portuarios. Uno de los barcos en el puerto interior y otro en la dársena de Langosteira.

Fuentes sindicales aseguraron que al tratarse de paros alternos, la huelga pudo ser secundada por todo el colectivo, y consideran que la afección en la actividad del puerto será «mínima»; si acaso, se generarán «pequeños» retrasos en las operaciones de carga y descarga.

Por su parte, desde Comisiones Obreras afirmaron que en las próximas jornadas de paro en horas alternas, que están previstas los próximos días 7, 9, 19, 21 y 23 de junio se espera el mismo nivel de seguimiento que en esta primera jornada. Además de este calendario, los estibadores han fijado un paro continuado de 48 horas que se iniciará, previsiblemente el próximo 14 de junio.

El presidente del comité de personal de la Sociedad Anónima de Gestión de Estibadores Portuarios de Vigo, Sagep, Manuel Río, reconoció que la sentencia europea «hay que cumplirla», si bien ha censurado que se quiera «echar a 6.000 trabajadores a la calle para contratar a otros más baratos». Un contexto en el que ha incidido en que Gobierno y patronal tenían que «haberse sentado y haber negociado».

Río destacó que, a lo largo de la primera jornada de huelga no tuvieron noticias de la patronal, por lo que se encuentran en «una especie de vacío» y «a expensas de si hay movimientos a nivel nacional». Entre tanto, ha asegurado que seguirán con el calendario de movilizaciones, que, ha señalado, «a nadie le gusta, pero es que no quedó otro camino».

Respecto al colectivo en huelga, López Veiga aseguró que «nadie en su sano juicio prescinde de unos profesionales formados, lo que se les pide es que se adapten a la nueva situación. El salario, en una circunstancia de pleno rendimiento no variará prácticamente», subrayó.