Juan Delapuerta Cano* - Historia Militar de la Comunidad Valenciana

El Lusitania y los valencianos de Artigas

La calidad del personal hasta allí desplazados es la muestra de un anhelo

Juan Delapuerta Cano*
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En 1776, recién creada la Real Sociedad Económica de Amigos del país en Valencia, hace 240 años, y durante el mes en que Valencia sufría la enésima riada, España fletaba una expedición (Expedición de Ceballos) con tropas experimentadas para combatir las ofensas de los portugueses, junto con un elenco de autoridades con gran preparación científica y técnica. Facultativos y versados, arquitectos, ingenieros y especialistas completaron una labor que comenzó allí, hace 500 años, cuando Juan Pedro Díaz de Solís era el primer español que llegaba al Río de la Plata.

Un grupo de Dragones, del valenciano Regimiento del Lusitania (150) de la Caballería escogida para la ocasión, entregaron su pericia y maestría sin llegar a ser conscientes de la importante huella que dejarían entre los charrúas y porteños.

Cumplida la misión, fue necesario adiestrar una unidad con aquellos paladines que, mediante manuscrito, avisaron a los suyos de su no retorno. Una vez más, disciplina y sacrificio se convertían en la base del novel Regimiento de “Dragones de Montevideo”. El puesto de jefe, estaba reservado para Josef Reseguín, un Lusitano con sobrada formación y experiencia, que supo instruir y dirigir a sus hombres. De las cuatro compañías que lo conformaban, una fue en propiedad para el capitán, también Lusitano, Joaquín Amigo de Ivero, que junto con el teniente Luis Solans (que llevaba en el Lusitania 20 años de servicios) y el alférez Felipe Álvarez (que sumaba 36 años en el mismo), pusieron en práctica el rezo de su emblema: “Los más Valientes”.

Al mismo tiempo, fueron distinguidos para completar la plantilla del Regimiento de Blandengues de la Frontera de Buenos Aires; entre ellos los siguientes valencianos y Lusitanos:

De la provincia de Castellón de la Plana

Juan José Sardén. Noble de Peñíscola (Castellón de la Plana).

Juan Vives. Natural de Castellón de la Plana.

Pedro Sancho, sargento de Benicarló (Castellón).

De la provincia de Valencia

Luis Campos y Josef Varela, nacieron en Valencia. Vicente Juan Colomer, natural de Albaida (Valencia). Tomás Balaguer, sargento de la población de San Felipe (Valencia). Joaquín Sánchez Riambau, nació en Valencia. Tomás Balaguer, valenciano. Mariano Monte, sargento valenciano.

Eusebio Vidal, capitán valenciano.

De Alicante

Pascual Ibáñez, natural de Orihuela.

Del Lusitania

Agustín Peralto, del Lusitania. Antonio de Olavarría, del Lusitania. Antonio Luengo, del Lusitania.

Benito Santa Olalla del Lusitania. Clemente Poveda, del Lusitania. Felipe Ansuátegui, Lusitano.

Francisco Camargo, del Lusitania. Francisco Feijó y Noguera, Lusitano. Gabriel Casado, Lusitano.

José de La Torre, del Lusitania. José Ruiz del Lusitania. Juan Gómez, del Lusitania. Manuel Fernández, del Lusitania. Martín Hernández, del Lusitania. Matías Gil, del Lusitania.

El día 7 de diciembre de1796, 20 años después, Pedro de Melo y Portugal (Virrey del Río de la Plata) daba su aprobación para levantar un Cuerpo profesional a imagen de los Blandengues de la Frontera de Buenos Aires con idénticas misiones: “Defender las fronteras, proteger el comercio y salvaguardar la vida en la zona oriental”; eran los Blandengues de la Frontera de Montevideo.

De nuevo, un Lusitano era designado con los más altos honores, Cayetano Ramírez de Arellano se convertía en el primer Jefe de una Gran Unidad, que ha llegado hasta nuestros días, y que acompaña y escolta al presidente de la República y por si fuera pequeño el cometido, tiene asignada la guarda y custodia de los restos de quien fuera su Prócer, José Gervasio Artigas. El Libertador Artigas fue Ayudante de Cayetano en el Regimiento de Blandengues.

Entre finales de 1792 y principios de 1793 otro capitán de la familia Arellano entregó, de parte de su tío el Virrey de Santa Fe (José de Ezpeleta) a Antonio Nariño -alcalde regidor de la ciudad de Santa Fe de Bogotá-, el tercer tomo de la obra: Histoire de la révolution et de l'etablissement d'une Constitution en France, en cuyas páginas, desde la 39 hasta la 45, se transcribe el texto completo de la declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano, hecha por la Asamblea Nacional de Francia, el día 4 de agosto de 1789, y que constaba de 17 artículos y un preámbulo. Los Derechos humanos llegaron a América a través de la nobleza, hecho insólito.

La expedición efectuada devolvió a los rioplatenses la libertad, educación, cultura, religión y confianza en la nación española, características de aquella colonización, más criticada desde dentro que fuera, y que con todos sus excesos, que los hubo, fue más humana que la de los adversarios.

La calidad del personal hasta allí desplazados es la muestra de un anhelo. Es decir, puede asegurarse que Josef Reseguín y todos aquellos "ilustrados" de su generación que le acompañaron, no eran simples oficiales militares formados en los campos de batalla, sino jóvenes oficiales dotados de una sólida preparación científica, técnica y humana.

Los valencianos, entre ellos los componentes del Regimiento Lusitania, podemos sentirnos orgullosos de la aportación de nuestros antepasados y satisfechos de la participación y contribución en la formación de muchas unidades que, con posterioridad, ayudaron a la cimentación de sus Naciones. Una de ellas, “Blandengues de la Frontera de Montevideo” que cumple 220 años.

¡Muchas Felicidades!

*Juan Delapuerta Cano es Teniente Coronel de Caballería y Doctor en Historia.

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