«Talavera y su comarca se están muriendo y nadie hace nada por evitarlo», dice un empresario local
«Talavera y su comarca se están muriendo y nadie hace nada por evitarlo», dice un empresario local - ABEL MARTÍNEZ
SOCIEDAD

¿Qué pasa en Talavera?

La ciudad con más paro de Castilla-La Mancha, con una tasa que supera ampliamente el 30%, lucha contra el desánimo. «La gente se ha acostumbrado a vivir con esta situación o está agotada de buscar soluciones», dicen quienes viven allí

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La imagen que, por desgracia, mejor describe a Talavera de la Reina en estos momentos es la del río Tajo que atraviesa la ciudad. «Un río moribundo, muy mermado en su caudal y capacidad de dilución, enormemente contaminado, una auténtica cloaca a cielo abierto», según el «análisis de la situación económico-empresarial de Talavera y su comarca» que recientemente han publicado los profesores de la UCLM Leticia Blázquez, Juan Antonio García y Belén Ruiz. Otra imagen icónica es la del puente de Castilla-La Mancha, que costó 74 millones de euros, es el más alto de España y el segundo de Europa, pero tiene una limitada utilidad: acaba en una rotonda.

Al finalizar 2015 Talavera era, con un 37,3% de desempleados, la ciudad con más paro de Castilla-La Mancha, la cuarta de España y la única entre las diez primeras que no es andaluza ni canaria.

Ahora el paro sigue superando ampliamente el 30% y, sin embargo, el dato podría ser mucho peor: en los últimos años, más de 4.000 personas se han marchado de la ciudad. Tal es la pérdida de residentes que, de mantenerse, en poco tiempo Talavera pasará de ser la segunda a la cuarta población por habitantes de la región, superada por Guadalajara y Toledo (las tres ciudades cuentan con entre 83.000 y 85.000 vecinos).

«Nadie hace nada»

«Talavera y su comarca se están muriendo y nadie hace nada por evitarlo. Ni el Gobierno, ni la Junta, ni la Diputación, ni el Ayuntamiento quieren ver la cruda realidad. El tejido industrial ha desaparecido, el comercio agoniza, la ganadería y la agricultura están subvencionadas. Penoso», se queja el gerente de una empresa local que prefiere no identificarse en el citado análisis de la UCLM.

No es el único estudio que se ha hecho en los últimos tiempos. Fedeto, la patronal toledana, también ha propuesto un «plan especial, excepcional y urgente» con 258 medidas para una ciudad y una comarca que llevan años en la UCI.

Pero, ¿cómo se ha llegado hasta aquí? Jaime Ramos (PP), el alcalde, dice que la «génesis» empezó «cuando se hizo el reparto autonómico en Castilla-La Mancha». Talavera, «por aquello de no ser capital provincial, salió tremendamente perjudicada». Por ejemplo, con una población similar, «Toledo tiene más de 23.000 funcionarios y en Talavera no llegamos a 5.000».

El dato del desempleo podría ser mucho peor: en los últimos años, más de 4.000 personas se han ido de la ciudad

Alberto Retana, director del periódico local «La Voz del Tajo», apunta más factores: «Aquí prácticamente todo el mundo tenía un taller de confección, y eso se fue al garete en los años 90. En Talavera se hacían prendas para El Corte Inglés o Zara, pero las empresas vieron que el coste era mucho menor fuera de España». Desde la patronal, por su parte, describen un modelo económico basado en el comercio y la construcción. «En la retina de los talaveranos están los cientos de furgonetas que durante años salían al amanecer cargadas de empleados de la construcción», dicen los profesores de la UCLM en su análisis. Pero con la crisis la construcción ha perdido el 50% de su volumen solo en la ciudad, y a esa ristra de parados hay que sumarle todos los que trabajaban en Madrid o en otras poblaciones.

Igual que una fila de fichas de dominó, la caída de la construcción empujó a la del comercio, tan ligado a la demanda. La imagen más deprimente de este sector se encuentra en el centro histórico de la ciudad, con calles lodadas de negocios cerrados o que anuncian un «se alquila», «se traspasa» o «se vende». Algunos echan la culpa a la instalación de El Corté Inglés y de varios centros comerciales en otra zona de la ciudad, lo que desplazó el foco tradicional de las compras.

Retana lo niega: «En otros sitios, cuando se instalan esas grandes superficies, florecen los comercios de alrededor. Sin embargo, en Talavera confluyó el inicio de la crisis con que la ciudad no estaba preparada porque no tenía industria y, por ende, no tenía dinero para gastar». Según los últimos datos, de 2013, la renta bruta media en Talavera era de 20.368 euros anuales, un 23% menos que en Toledo.

Uno de los momentos más dramáticos de los últimos años se vivió en 2008, cuando Budelpack (antes llamada Lever) cerró sus puertas y echó a la calle a 200 personas. El final de esta empresa, de fabricación y envasado de productos de higiene, fue simbólico porque había sido la primera en instalarse en el polígono de Torrehierro
Uno de los momentos más dramáticos de los últimos años se vivió en 2008, cuando Budelpack (antes llamada Lever) cerró sus puertas y echó a la calle a 200 personas. El final de esta empresa, de fabricación y envasado de productos de higiene, fue simbólico porque había sido la primera en instalarse en el polígono de Torrehierro - ABEL MARTÍNEZ

La industria, o más bien la ausencia de ella, es otro de los problemas. Uno de los momentos más dramáticos de los últimos años se vivió en 2008, cuando Budelpack (antes llamada Lever) cerró sus puertas y echó a la calle a 200 personas. El final de esta empresa, dedicada a la fabricación y el envasado de productos de higiene, fue simbólico porque había sido la primera en llegar 30 años atrás al polígono de Torrehierro. «No hay industria. Los polígonos están dejados de la mano de Dios. Duele ver la situación en la que se encuentra Torrehierro y, sin embargo, tiene mucho potencial por su ubicación (Talavera está a apenas 120 kilómetros de Madrid)», se lamenta Manuel Madruga, secretario general de Fedeto.

El sector primario no anda mucho mejor, y eso que en Talavera «siempre tuvo peso». «Aquí había un mercado de ganado que era de los más importantes de España, pero se acabó», recuerda Retana.

El alcalde apuesta por «la modernización de los regadíos del río Alberche para sacar una mayor producción y para no tirar el agua», si bien reconoce que es «un proyecto que nunca acaba de llegar». Entretanto, el estado del Tajo a su paso por la ciudad es pésimo y, según los especialistas en la materia, está provocado por las aguas residuales que llegan desde Madrid y por los continuos trasvases Tajo-Segura.

La eterna promesa del AVE

Otra de las grandes fallas es la comunicación y el transporte. Todas las capitales de provincia de la región, además de otras ciudades mucho más pequeñas, tienen AVE. Talavera, no. Aunque desde tiempos inmemoriales políticos de uno y otro signo aseguran que la llegada del tren de alta velocidad es inminente, aún se le espera. La realidad es que la ciudad tiene bastantes servicios diarios de autobús y tren, pero estos tardan en conectar con Madrid alrededor de hora y media.

Para el alcalde es fundamental completar la circunvalación, que crearía un anillo circular en torno a la ciudad. Precisamente, esa era la intención cuando se construyó el mastodóntico puente de Castilla-La Mancha, pero el proyecto quedó a medias. «En infraestructuras, Talavera carece de lo más básico. Es una ciudad en la que cuesta mucho entrar y salir porque no tiene unos accesos fáciles. Por ejemplo, no hay una vía ferroviaria desdoblada ni electrificada», describe Madruga.

Con este panorama, el alcalde lleva años pidiendo auxilio a otras administraciones. Ramos recuerda al presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, que una de sus promesas electorales era el «Plan Talavera», una «ley especial para la promoción empresarial en zonas prioritarias con ayudas fiscales, desarrollo industrial y dinero». Desde la Junta, lo más que han anunciado es que próximamente se instalará un centro regional de formación de la artesanía, que ofrecerá certificados de profesionalidad en especialidades como la cerámica, el santo y seña de Talavera.

El 42,7% de los talaveranos no tiene el graduado escolar y solo el 10,7% ha ido a la universidad

Quizás, en el fondo de todo esté la formación. Según los últimos datos, de 2015, el 42,7% de los talaveranos ni siquiera tienen el graduado escolar, por solo el 10,7 que cuenta con estudios universitarios. «Aquí a la universidad se la conoce como la de la Señorita Pepis: hay dos facultades que tienen unos títulos que no son acordes con la zona. Por ejemplo, en Talavera no hay Veterinaria pese a la gran cabaña ganadera que existe. No tiene mucha lógica», dice Retana.

A pesar de todas las carencias, este periodista asegura que «el mayor problema que últimamente estoy detectando es que la gente se ha acostumbrado a vivir con esta situación y no busca soluciones. O quizás está agotada de buscarlas. Hay un gran desánimo. Mi hijo está en Madrid, estudiando una carrera, y dice que no quiere volver».

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