Doce detenidos por cometer 25 robos en Toledo y provincia

El botín ascendía a medio millón de euros, principalmente joyas y dinero

ELISABETH BUSTOS Actualizado: Guardar
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Un potente inhibidor de frecuencias para desactivar alarmas ha sido durante un año, el principal aliado de un grupo criminal. Con este instrumento cometieron 25 robos en viviendas y establecimientos de Toledo y provincia, con el objetivo de sustraer joyas u otros efectos de valor. El botín ascendía a medio millón de euros, según explicó este jueves el subdelegado del Gobierno en Toledo, Fernando Sanz.

La operación «Campo», desarrollada de manera conjunta entre los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, se inició a raíz de que, a mediados de 2015, se produjeran varios robos en la urbanización «Casa de Campo», en Toledo. Las primeras pesquisas permitieron constatar la existencia de un grupo organizado cuyo líder, un hombre de nacionalidad española, planificaba los hechos y concertaba las citas con otros individuos para perpetrar los robos o bien para vender los efectos sustraídos.

La investigación, según iba avanzando, arrojó nuevos datos respecto al ámbito de actuación de esta organización criminal. Si en un primer momento el foco de la operación estaba centrado en la capital castellano-manchega, más tarde se comprobó que también se extendía a otras poblaciones de la provincia, por lo que la investigación continuó conjuntamente con la Guardia Civil.

Un botín de 500.000 euros

En total, se realizaron once registros, diez en domicilios y uno en un establecimiento dedicado a la compra y venta de metales, en los que se decomisó, además de un potente inhibidor de frecuencias, con el se inutilizaba las armas de las viviendas, un gran número de joyas, más de 10.000 euros en efectivo, cerca de 60.000 dirhams, veinte armas largas, dos armas cortas y varios electrodomésticos. El valor del botín ascendía a 500.000 euros.

La operación se ha desarrollado en dos fases. La primera, el pasado 17 de febrero, donde una vez identificados todos los miembros del grupo, agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil realizaron nueve registros domiciliarios repartidos entre la capital y las localidades de Olías del Rey, Cabañas de la Sagra y Añover de Tajo. En esta etapa se detuvo al principal «cabecilla» de la banda y a siete de sus colaboradores. Poco después, se llevaron a cabo otros dos nuevos registros en Toledo, uno de ellos en un establecimiento de compraventa de oro de en el cual se vendían las joyas sustraídas y el segundo en una finca.

En una segunda fase, que tuvo lugar el 15 de marzo, se practicaron tres nuevas detenciones. El último arrestado se ha producido esta semana.

«Modus operandi»

El modo de actuar de este grupo comenzaba con la utilización de un inhibidor de frecuencias de alta calidad para desactivar las alarmas en viviendas donde no había moradores. Posteriormente, escalaban los muros o vallas perimetrales y accedían al interior de la vivienda.

Esta operación se ha saldado con la detención de doce personas y el ingreso en prisión del cabecilla del grupo. El resto del clan está en libertad con cargos.

Sanz alabó el trabajo realizado por los efectivos de los dos cuerpos armados, para el total esclarecimiento de hasta 25 robos, de los que 23 han sido en viviendas, y de ellos siete en Olías del Rey, cinco en Nambroca, tres en Bargas, dos en Toledo capital y Añover de Tajo, y uno en Argés, Cabañas de la Sagra, Cobisa y Torrijos, y dos en establecimientos comerciales, en un bar en Mocejón y en un estanco en Mascaraque.

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