El reinvento del Jardines de Nivaria

El pasado diez de octubre abría de nuevo sus puertas al público, tras casi cinco meses de obras, uno de los hoteles más lindos y más premiados de España: el hotel Jardines de Nivaria de cinco estrellas; que, situado en plena costa de Adeje y a escasos metros de la playa de Fañabé en el Sur de Tenerife, siempre ha permanecido a la vanguardia del turismo de lujo y de calidad que Canarias viene ofertando al mundo. Desde su inauguración en la década de los noventa, sus propietarios, la familia Adrian –que dirige además otros dos establecimientos hoteleros de calidad como son el Roca Nivaria y el Colón Guanahaní, h an tenido como premisa el agradar a sus clientes; y, con una aptitud sencilla, amable y profesional, han intentando que sus hoteles fueran para sus huéspedes una extensión más de sus propios hogares; y, teniendo en cuenta el número elevadísimo de turistas que repiten su estancia en sus hoteles, podríamos decir que lo han conseguido con creces.

Pero a pesar de sus éxitos: entre los que destacan numeroso premios otorgados por los principales turoperadores nacionales e internacionales, o a la excelencia, o a su fantástica gastronomía que se plasma en su reputado restaurante La Cúpula, o el estar considerado como el mejor hotel ecosostenible de España, han decidido que no podían correr el riesgo de morir de éxito y que necesitaban, para seguir siendo competitivos, reinventarse; y, de camino, adecuar sus instalaciones a los nuevos tiempos y necesidades del cada vez más exigente mercado turístico. Es evidente de que los clientes son cada vez más rigurosos y saben perfectamente lo que quieren. Están mejor informados y trasmiten, tanto sus experiencias positivas como sus decepciones, en tiempo real a través de las redes sociales. Y los empresarios hoteleros y los trabajadores lo saben y tienen que adecuarse a una nueva forma de ver y entender el mundo de la hostelería y los servicios.

Por todo ello, la familia Adrian encargó la renovación de su hotel más emblemático al estudio canario de arquitectura ImpulsArq; que, compuesto por arquitectos ganadores del Concurso Internacional de Diseño Urbano Downtown Q en Australia, han sabido llevar a cabo un cambio de imagen introduciendo las nuevas tecnologías y las más avanzadas técnicas de construcción y diseño, manteniendo el equilibrio perfecto entre una reforma integral de todo el hotel con un riguroso control de los materiales y con altas políticas de calidad y gestión ambiental. Pero sin duda que el desafío más complejo, costoso, innovador y arriesgado fue el hecho de trasladar su restaurante de referencia: La Cúpula, que estaba a nivel de calle, a la terraza exterior que dominaba el edificio central del hotel y que, sin apenas uso, se encontraba esperando de esta nueva oportunidad. Las obras han sido endiabladamente complicadas por su rigor técnico, ya que hubo que reforzar la cimentación de una buena parte de las columnas del inmueble, además de construir una cubierta de hierro que acoge un de los techos más innovadores y espectaculares que se hayan visto en este tipo de establecimientos ya que recuerda a una supernova y que proporciona, junto con las magnificas vistas del océano atlántico y la costa, un ambiente ideal y acogedor para degustar la comida del Chef Rubén Cabrera. Un chef que maneja como nadie la fusión gastronómica de la cocina francesa, española y en especial la canaria; de hecho, lo mismo gana un certamen internacional de cocina creativa de la gamba roja de Denia, con su receta “Tierra de mar”, que se alza con un certamen nacional de gastronomía en la modalidad de cocina. De su buen hacer y del servicio de sala que lo conduce sabiamente Tony, los que tienen la oportunidad de dejarse embrujar por sus consejos gastronómicos dicen maravillas: rompedor, impresionante, talentoso, excelente, creativo, detallista…, en definitiva, un buen profesional. Felicidades a todos ellos porque su éxito es el éxito de todos los canrios.