Sánchez endurece su postura y da un ultimátum a Rajoy

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, reapareció este miércoles tras quince días sin comparecencias públicas para reunir en el Congreso de los Diputados a la comisión permanente del partido y la dirección del grupo socialista -sus afines- con el objetivo de abordar la actual situación de bloqueo político. Pero ni estas dos semanas de descanso ni el esperado cónclave han servido para mover un milímetro su postura.

Queremos un gobierno limpio y justo, y ese no es el gobierno de Rajoy. Por eso votaremos: NO. pic.twitter.com/huTVcA8OqG

— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) 17 de agosto de 2016

Es más, su posición no solo no se ablanda sino que se endurece más si cabe. Y es que haciendo uso de su tono más severo, Sánchez acusó a Rajoy de actuar de manera «impropia» en un candidato a presidente del Gobierno al mantener la indefinición sobre si se someterá al debate de investidura y la fecha del mismo.

«Lo menos que se le puede pedir es que respete la democracia y las instituciones», reprochó, ya que, a su entender, el líder popular está bloqueando ambos en una «tomadura de pelo a los españoles». Para acabar con este «boicot», Sánchez lanzó un claro ultimátum. O Rajoy fija el día y la hora de su debate de investidura antes del viernes, o el PSOE comenzará una campaña de presión registrando en el Congreso una iniciativa para pedir a la presidenta, Ana Pastor, que fije una fecha. Una maniobra que espera que apoyen diputados de otras formaciones políticas, incluso del PP, ya que el texto será muy similar al presentado en la pasada legislatura por el grupo parlamentario popular para exigir al propio Sánchez que pusiera fecha a su debate de investidura.

Un Gobierno limpio

Los socialistas se reafirman así en su «no» a Rajoy, a pesar de que su candidatura se allana después de que Génova le haya dado carta blanca para negociar con la formación naranja.

Según Sánchez la posición del PSOE no ha cambiado porque, a su juicio, solo puede haber regeneración democrática si Rajoy deja de ser presidente del Gobierno y el PP se regenera. Además, criticó que en los veinte días que han pasado desde que el Rey encomendó al líder popular buscar apoyos, no ha habido diálogo ni negociación sino una exigencia de «sumisión a todos los grupos parlamentarios». «La única encomienda que tiene es conseguir una mayoría suficiente, y eso no se hace con chantajes ni desdenes sino con diálogo entre aliados potenciales. Al PP le falta capacidad de diálogo y le sobran casos de corrupción», espetó, antes de subrayar que «tan importante es que haya Gobierno como que sea limpio».

Por razones éticas

No hay ningún escenario posible en el que se pueda producir, por tanto, esa abstención del PSOE que reclama Rajoy. «Lo que quiere es gobernar sin oposición. Que el PSOE apoye su investidura, los Presupuestos y la gobernabilidad del país...», declaró. En esta línea, hizo hincapié en que «a diferencia de otros partidos» -en alusión a C’s- su palabra sigue siendo la misma que antes de las elecciones: un «no» al PP. Son motivos éticos e ideológicos los que impedirán que mute para facilitar un gobierno de Rajoy, insistió.

Así las cosas, Sánchez no ha puesto problemas a reunirse con el presidente en funciones después de que éste le lanzara el guante desde Génova, pero no es de esperar que vaya a salir nada de ese contacto. Preguntado por el compromiso que adquirió antes del 26-J de evitar unas terceras elecciones, Sánchez tampoco quiso desvelar si dará un paso al frente e intentará formar gobierno con Podemos y los independentistas si Rajoy no logra la mayoría necesaria. Solo ha señalado que en democracia es «importante» respetar el curso de los procesos, dejando en el aire esta posibilidad.