El PNV no condiciona la excarcelación de Puigdemont a los Presupuestos

Los vascos mantienen su «no» a Rajoy con el 155 pero aspiran a un Govern antes del día 25 que desbloquee la negociación

Dirigentes del PNV durante la celebración, ayer, del "Aberri Eguna" en Bilbao EFE
Itziar Reyero

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En su fuero interno el PNV aspira a que los partidos independentistas catalanes formen cuanto antes un nuevo Govern que desactive el artículo 155 de la Constitución, lo que les permitiría retomar su negociación privilegiada con el Gobierno de Mariano Rajoy . Los nacionalistas vascos, al igual que La Moncloa, consideran que aunque cada vez es más reducido, aún hay margen para que se produzca el acuerdo político dentro del bloque soberanista que permita volver a la normalidad institucional en Cataluña y garantice estabilidad a todos.

El plazo está marcado en rojo en el calendario. Mañana martes el Gobierno enviará su proyecto de Presupuestos al Congreso dando por iniciado el trámite parlamentario que desembocará en el debate de enmiendas a la totalidad, aproximadamente en torno al 25 de abril .

Para entonces, según la exigencia del PNV , cuyos cinco votos son indispensables para la mayoría absoluta de PP, Ciudadanos y nacionalistas canarios, el Parlament deberá haber investido a un nuevo presidente autonómico que no tenga cuentas pendientes con la Justicia, lo que supondrá el final automático de la intervención del Gobierno en Cataluña. De lo contrario, si sigue el 155, Rajoy no podrá contar con el apoyo del PNV y se verá abocado a la prórroga presupuestaria, añadiendo más inestabilidad a la legislatura.

«Con el 155 no jugamos»

El partido vasco ratificó ayer, en el día del «Aberri Eguna» o «patria vasca», su veto al Gobierno de Rajoy mientras siga vivo el 155, que ve como una «amenaza» al autogobierno catalán, y también al vasco.

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar , lo resumió así: «Nuestra posición es clara y es una cuestión de principios: con el 155 no jugamos. La mera existencia del 155 y la aplicación que se está haciendo de él en Cataluña son un ataque también a Euskadi y a nuestra idea del autogobierno» , aseveró en Bilbao ante dos mil militantes y la presencia, por primera vez, de dirigentes independentistas catalanes que a su vez se encargaron de presionar al PNV para que no negocie con el Gobierno.

Pero la intervención de Ortuzar, que mantiene una sintonía personal con Rajoy, dejó señales de que la partida presupuestaria no está perdida. «Somos y seremos responsables» , anunció. «Quien quiera contar con el PNV debe saber que hay cosas que se tienen que dejar de hacer y hay cosas que deben comenzar a hacerse», avisó denostando las medidas de «excepcionalidad» y las «humillaciones»que, a su juicio, sufre Cataluña.

Margen al optimismo

Pese a todo, Ortuzar dejó margen para el optimismo asegurando que, «aunque parezca ahora imposible», se pueden y se deben «abrir cauces de diálogo con las actuales instituciones catalanas» y «favorecer» que se constituya «cuanto antes» un nuevo Govern.

El PNV defiende que la política debe recuperar el timón en Cataluña. «Hay que sustituir los autos judiciales por encuentros y decisiones políticas. Hay que asumir que Euskadi y Cataluña son realidades nacionales que merecen respeto a su autogobierno», afirmó. «Si quieren que las cosas vayan por ahí, el PNV sabrá aportar todo lo que esté en su mano» , fueron sus mensajes de aliento ante la posibilidad de que haya acuerdo.

El PNV mantendrá su límite en el 155, pero sin embargo no condicionará su apoyo a los Presupuestos al futuro personal de Carles Puigdemont, encarcelado en Alemania, y al del resto de políticos catalanes en prisión, según afirman desde la formación vasca a ABC.

En Bilbao consideran que su situación judicial no está en manos del Gobierno y por tanto no es achacable a Rajoy. Es más, según el diagnóstico que hacen los vascos, en el reparto de responsabilidades el soberanismo catalán no sale indemne con su camino de confrontación total contra el Estado.

Solidaridad con los políticos presos

Lo cierto es que hace meses, al igual que el PDECat, los vascos dan por amortizado a Puigdemont y creen necesario que el independentismo «aisle» el impacto emocional de su encarcelamiento y consensúe cuanto antes un nuevo candidato a presidente de la Generalitat que no esté procesado por rebelión, lo que permitiría a Cataluña empezar a recuperar la senda hacia la normalidad institucional.

Su incomodidad ante el tablero catalán quedó evidente. Ortuzar y el lendakari, Iñigo Urkullu , tuvieron muestras de solidaridad hacia los políticos catalanes procesados por rebelión.«No queremos gente en la cárcel por defender ideas políticas», aseguró el presidente del PNV, que diferenció los dos raíles paralelos entre los que se mueve hoy Cataluña:el político y el judicial.

«No queremos que sean los jueces quienes decidan quién puede gobernar y quién no», añadió volcando la responsabilidad sobre Llarena. Urkullu abogó públicamente por que se forme un nuevo Govern que «fulmine el 155» , lo que dejaría al PNV vía libre para retomar la negociación con Rajoy.

Como cada Domingo de Resurrección, la de ayer fue una intervención de exaltación nacionalista, con constantes gestos de solidaridad hacia el soberanismo catalán, dejando claro que el partido de Sabino Arana sigue atrapado entre sus hilos de hermandad con los independentistas catalanes, que impiden a su alma más pragmática seguir pactando con Madrid aprovechando su posición privilegiada en la endiablada aritmética parlamentaria en el Congreso.

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