Un manuscrito de Sumarroca recogía obras del 3% y las iniciales «J.P»

La investigación del 3 por ciento, la trama de corrupción sistémica que afecta tanto a la Generalitat como a corporaciones locales regidas por nacionalistas, puede dar un salto cualitativo más e implicar directamente en ella al que fuera presidente catalán, Jordi Pujol, o en su caso a su hijo, Jordi Pujol Ferrusola.

Un documento manuscrito, intervenido por la Guardia Civil en julio del año pasado en una caja fuerte instalada en el dormitorio del responsable del Grupo Teyco, Jordi Sumarroca Claverol, recoge los supuestos pagos que hizo la constructora por la contratación de obra pública en los ayuntamientos de Sant Celoni, Sant Cugat del Vallés, Figueras, Lloret de Mar y Torredembarra, y también otro con la contratada a lo largo de toda Cataluña en sectores como el de la sanidad, estaciones de autobús, parques de bomberos...

Así, hasta 20 anotaciones desde el año 2002. Pero además llama poderosamente la atención de los investigadores del Servicio de Información del Instituto Armado una anotación que hay en el segundo de los papeles que dice, textualmente: «Estat Comtes 12-03-03 J. P»; es decir, las iniciales de Jordi Pujol, o bien de su hijo.

CatDem, el vehículo

El documento sugiere igualmente que parte de los pagos se canalizaban a través de la Fundación CatDem, dependiente de Convergencia Democrática de Cataluña. Así, aparecen en un primer bloque de escritura a la izquierda los nombres de los cinco ayuntamientos citados y unas cantidades que ya han sido identificadas como las pertenecientes a distintas obras públicas concedidas por esos entes locales, junto a lo que costaron las mismas. Inmediatamente, al lado derecho de esas cantidades aparecen unos cómputos, los cuales coinciden exactamente con el 3 por ciento de las mismas.

Ya en el margen derecho del documento aparecen dos anotaciones de 50.000 euros, que son entregas de dinero a CatDem realizadas el 4 de mayo de 2009, que además coinciden con la matriz de unos cheques igualmente intervenidos.

Asimismo, las obras públicas adjudicadas a Teyco por la Generalitat en toda Cataluña son recogidas en el documento, con el coste de las mismas y su correspondiente 3 por ciento al lado, por lo que los investigadores concluyen que «el círculo de acción delictiva estaría, por tanto, en dos niveles, el de la propia Generalitat, y el de los consistorios que gobernaban los nacionalistas, estando en el documento en el que se recogen las obras concedidas por la administración autonómica las iniciales J.P».

El documento parece apuntar a que en cuatro de los casos ese 3 por ciento había sido abonado, hasta 255.000 euros. Los otros 16, con un coste global de 5,2 millones de euros y cuyo 3 por ciento asciende a 155.000 euros, parecen estar pendientes.

Para los investigadores está claro también, por esos documentos, que las entregas de dinero que hace Teyco o alguna de sus empresas vinculadas a la Fundación CatDem «son efectuadas como pago por las adjudicaciones recibidas, alteradas, dirigidas y fraudulentas» que se realizaban». Además, hay múltimples evidencias de que ese dinero acababa en poder de Convergencia, partido que, hay que recordarlo, era el que tenía capacidad para la adjudicación de la obra pública tanto en el ámbito autonómico como local.

Las prácticas se habrían prolongado, al menos, hasta el mes de marzo de 2014, ya que en la matriz de una chequera de una de las empresas vinculadas a Teyco se recogen pagos desde 2009 hasta esa fecha. Por tanto, estaríamos hablando de delitos de prevaricación, tráfico de influencias, malversación de fondos, alteración en precios de concursos y subastas públicas, cohecho, falsedad, grupo criminal y blanqueo de capitales.

Teyco habría entregado al menos 150.600 euros entre 2007 y 2009 a la Fundación CatDem, mientras que su vinculada Bluegreen Village, también de su propiedad, aportó otros 207.720 euros entre 2012 y 2014. Por tanto, ha habido una continuidad de la trama criminal investigada a lo largo del tiempo.