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Las diputadas socialistas Margarita Robles y Susana Sumelzo - EFE

Los diputados díscolos del PSOE alegan no haber causado «ningún daño» al partido al votar «no» a Rajoy

Los quince parlamentarios se amparan en el artículo 67.2 de la Constitución y piden al Comité de Disciplina conservar sus cargos y responsabilidades

Insisten en que rompieron la disciplina de voto «por razones de conciencia» y censuran al grupo parlamentario por no haber permitido la libertad de voto, un «derecho innegable»

Madrid Actualizado: Guardar
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Los quince diputados socialistas que rompieron la disciplina de voto durante el debate de investidura del candidato popular, Mariano Rajoy, han enviado esta mañana sus alegaciones al Comité de Disciplina interno para intentar ser exonerados de la sanción.

En un escrito que consta de dos páginas y cinco puntos, los díscolos parlamentarios argumentan que su «no» al presidente del Gobierno no ha causado «ningún daño al PSOE, ni significado ningún sacrificio de su proyecto, ni un ataque a su programa y valores, ni tampoco a impedido la gobernabilidad de España».

Recuerdan así que la elección del candidato popular, que era lo que el PSOE pretendía con la abstención, salió adelante independientemente de su «no» ya que solo necesitaba la abstención de once diputados socialistas, de los 85 escaños con que cuenta su grupo parlamentario.

Positivo para el partido

Es más, sostienen que su ruptura de la disciplina de voto ha sido positiva para el partido ya que «ha reforzado la democracia representativa y puesto en valor el pluralismo de posiciones existente en el PSOE y sus votantes ante la investidura de Rajoy».

Amparan su conducta en el artículo 67.2 de la Constitución que prohíbe el mandato imperativo para los miembros de las Cortes Generales. Y reprochan al grupo parlamentario no haber cumplido el artículo 33 del reglamento interno al no haber permitido la libertad de voto por razones de conciencia, ni haber escuchado las razones de los diputados que pedían ejercerlo.

«Suponía un derecho innegable para cualquier diputad@ socialista», censuran. «Concurrían condiciones excepcionales tanto por la situación de grave crisis del PSOE como por las consecuencias de la votación en la merma de confianza de la ciudadanía», argumentan.

La votación de investidura era, así, «excepcional» para la credibilidad del sistema democrático y «trascendental» para los socialistas. La organización, subrayan, «ha puesto en juego su crédito y confianza».

En la misma línea, niegan que su actuación les haya «desvinculado de compromiso alguno con el electorado» ya que buscaba, subrayan, «salvaguardar la credibilidad del proyecto de cambio del PSOE para el futuro».

Por ética

Los motivos de la ruptura de la disciplina de voto, subrayan, son «razones de conciencia» y una «concepción ética de la política». «Mi voto fue un ejercicio de responsabilidad y coherencia que me llevó a rechazar el incumplimiento de un compromiso de especial relevancia política que manifestamos ante los electores».

En consecuencia, se muestran dispuestos a mantener las responsabilidades en el partido y las comisiones parlamentarias que ocupan hasta ahora. No en vano, todos estos cargos parlamentarios conllevan, mes a mes, un importante sobresueldo.

La misiva arranca con un brindis de «respeto a la conciencia» de los diputados socialistas que votaron abstención. «Entiendo que en esta situación, tan difícil para la organización y dolorosa para los socialistas, todos compartimos los mismos principios y valores», señala.

Esta misma mañana el CIS ha dado a conocer el barómetro de octubre, que revela que el PP dobla en intención de voto al PSOE. La encuesta de intención de voto fue realizada tras el bronco Comité Federal que llevó a dimitir al exsecretario general de los socialistas, Pedro Sánchez.

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