Ciudadanos: mano de hierro con Cifuentes en Madrid y de seda con Díaz en Andalucía

El discurso es el mismo pero la manera de llevarlo a cabo es radicalmente diferente dependiendo del compañero de viaje que tenga Ciudadanos. Albert Rivera tiene una calculada estrategia de neutralidad en Madrid y Andalucía para que toda España lo visualice como un partido útil, que viene a cambiar la «vieja política» y a trabajar por los intereses de los españoles en lugar de hacerlo por el de los partidos.

El líder de Ciudadanos dio la orden de no formar parte de estos gobiernos, pero hay cambios sustanciales entre uno y otro caso. El máximo responsable de C´s en Madrid, Ignacio Aguado, lleva a cabo una minuciosa política de control hacia el Gobierno del PP, con exigencias que ni siquiera han planteado en Andalucía.

Con Susana Díaz las cosas son diferentes, hay un entendimiento claro que pone las cosas muy fáciles a la socialista. No son solo percepciones o quejas del PP, sino decisiones concretas y avaladas por Albert Rivera, que mantiene una constante comunicación con Juan Marín, el líder andaluz de Ciudadanos.

Comisión de investigación

La formación naranja lleva a gala haber logrado la creación de sendas comisiones de investigación sobre la corrupción en Madrid y en Andalucía, pero sus propuestas han sido distintas. Sus diputados van a ser los presidentes en ambos casos, aunque el de Andalucía, Julio Díaz, el onubense que preside la comisión, ha sido alto cargo del PSOE y exconcejal antes de pasarse a Ciudadanos. En Madrid, C´s deja claro que deben comparecer «la presidenta y los miembros del Consejo de Gobierno, altos cargos y funcionarios de la administración».

Pero esta claridad de ideas no se ha demostrado en Andalucía hasta los últimos días. Juan Marín pidió en varias ocasiones «consensuar» a quién se citaría a la comisión. La presión ha sido tan fuerte por parte de la oposición que el líder de Ciudadanos no tuvo más remedio que solicitar la declaración de la presidenta de la Junta para que dé explicaciones. La formación naranja también ha pedido que acuda a declarar la ministra Fátima Báñez. En un principio, Ciudadanos planteó que Díaz abriera la ronda de comparecencias pero tras recibir numerosas críticas cambió de opinión. El caso es que para entonces en pleno debate sobre la formación del Gobierno por parte de Pedro Sánchez a Susana Díaz le convenía posponer su comparecencia hasta después de verano. Será la última en ir a la comisión.

Entre las escasas fricciones de Ciudadanos con el PSOE andaluz está la petición de una rebaja del impuesto de sucesiones y donaciones, que es de los más elevados de España. Ciudadanos sostiene que deben estar exentas de pago las herencias por debajo del millón de euros y reclama homogeneizar el impuesto con carácter estatal. Ese problema no existe en Madrid, la comunidad junto a Galicia donde menos se tributa por este concepto.

La televisión pública es un asunto clave para Ciudadanos frente al PP de Madrid que quiere cambiar Telemadrid con una nueva ley. Las negociaciones van avanzando por las cesiones del PP a Ciudadanos que pretende poner a los profesionales en el Consejo de Administración. En Andalucía no se ha hablado ni siquiera de este asunto.

Con el Consejo Consultivo pasa algo similar. La formación naranja exige suprimirlo en Madrid pero en Andalucía tan sólo ha pedido reducir el número de miembros.

En cuanto a la auditoría externa, fue uno de los principales requisitos que Ciudadanos puso a Cifuentes para firmar con el PP en Madrid. En Andalucía la palabra auditoría ni se menciona en el pacto de investidura a pesar de que el PSOE lleva más de treinta años gobernando la Junta y de que la gestión ha estado salpicada de escándalos como los ERE y la Formación.