El censo de inscritos apunta a la victoria de Mañueco en el PP de Castilla y León

El PP arranca este viernes la celebración de sus congresos regionales con Madrid, Baleares y Andalucía, aunque la preocupación de la dirección nacional estará centrada en Castilla y León. La salida de Juan Vicente Herrera, que permanecerá como presidente de la Junta hasta 2019 pero no del partido, ha desatado la madre de todas las batallas por el liderazgo regional y el PP se muestra dividido ante la primera vuelta de las primarias, que se celebra esta jornada de viernes. Votarán 6.365 militantes inscritos entre las 9 provincias, y la balanza parece decantarse hacia el alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, a tenor de los votantes apuntados en las provincias que le respaldan: la suya, Zamora, Segovia, Soria, y en las que hay una mayor división (Valladolid, Palencia, Burgos y Ávila).

Es elocuente que en León, donde gobierna su rival, Antonio Silván, sólo podrá votar un 6% de los militantes, lo que le resta posibilidades, algo que hizo ayer saltar todas las armas en su equipo.

La partida está, por tanto, entre dos alcaldes. El de Salamanca es el candidato preferido por la dirección nacional de Génova, de la que forma parte. El regidor de León cuenta con el respaldo del presidente Herrera y los consejeros de la Junta, aunque públicamente el presidente castellano y leonés ha dicho que iba a ser «neutral». No obstante, nadie en el partido olvida aquella frase en el Ritz de Madrid en febrero de 2016: «Yo soy partidario de Antonio Silván». El pasado miércoles varios consejeros de la Junta, incluido su vicepresidente, salieron en tromba a apoyar al leonés, tras el «sí» público a Mañueco de los presidentes provinciales del PPde Segovia, Soria, Zamora y Salamanca.

«No sé por qué me tienen que hacer elegir entre uno y otro». Es la frase más repetida estos días entre los afiliados del PP de Castilla y León, tras haber fracasado todos los intentos por convencer a Herrera de que se quedara hasta 2019. El presidente, Mariano Rajoy, lo intentó por activa y por pasiva, pero el «barón» solo accedió a cambio de quitar a Mañueco de la secretaría general para favorecer el relevo futuro en Silván. La oferta no fue bien encajada en Génova, que propuso dejar a Mañueco y elevar a Silván como coordinador, de «número tres». El mismo puesto que tiene a nivel nacional Fernando Martínez-Maillo, enemistado con Herrera y que respalda al edil de Salamanca.

Integración frustrada

La integración ha sido imposible. Ni siquiera las reuniones en Génova han propiciado el acercamiento entre ambos candidatos, que lucharán a brazo partido por el liderazgo regional. Las primarias se celebrarán en medio de una intensa polémica interna sobre la gestión del censo. Ayer, la gerente del PP de León, en compañía de dos técnicos de Génova, se vio obligada a revisar una a una todas las solicitudes de participación de los afiliados en la provincia. Hubo denuncias de que se había producido una inscripción masiva de militantes que no estaban a la orden de pago. El presidente del comité organizador del congreso regional, Raúl de la Hoz, negó anoche que pueda haberse dado un «pucherazo».

Oficialmente, la cúpula nacional del PP está satisfecha con la implantación del sistema de primarias de doble vuelta ideado Martínez-Maillo para aplacar a las voces que demandaban una mayor apertura del PP y pedían que el afiliado pudiera elegir al líder directamente. Pero lo que en micrófono es «un ejemplo» de organización y participación interna, en privado las conclusiones son menos halagüeñas, a la vista de las tensiones que los procesos están generando en las estructuras regionales, también en Cantabria, La Rioja, Baleares.

La participación media de los militantes del PP en la renovación del partido no llega al 10% del total de afiliados, 860.000, según los datos oficiales, que s e actualizarán tras el verano, una vez se cambien las provinciales.