Alberto Garzón, en un momento de la entrevista con ABC
Alberto Garzón, en un momento de la entrevista con ABC - jaime garcía
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Alberto Garzón: «Podemos y Ciudadanos quieren ser el nuevo bipartidismo»

El candidato de IU a La Moncloa acusa a Iglesias de tener «un problema de actitud democrática» por excluirle de los debates electorales y cree que ello implica «miedo a perder votos»

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Tras la ruptura con Podemos, Alberto Garzón (Logroño, 1985) ha decidido colgarse la «mochila» de IU a la espalda y embarcarse en su propio proyecto de unidad popular para las generales, la plataforma ciudadana Ahora en Común. En su último libro «A pie de escaño» (Ed. Península), el candidato de IU a La Moncloa repasa su trayectoria desde el activismo político y el «no nos representan» que gritaba en las plazas el 15-M hasta convertirse en el diputado más joven del Congreso.

- Ya desde el inicio hay menciones en su libro a «la unidad, siempre tan necesaria». ¿Qué se ha perdido sin confluencia?

- El portazo de Podemos a la confluencia ha dejado mucho potencial por el camino.

Ahora Madrid no puede entrar en escena, por ejemplo, por no tener a todos los actores en una misma candidatura. Es una pérdida de potencial. La ley electoral hará un pésimo favor a la izquierda.

- A propósito de esa ley electoral, en la encuesta que publica ABC, Podemos obtiene un 14,1% de voto y 39 escaños. IU, un 4,1% y 4 escaños. Sin embargo, sumando los votos de ambos quedarían por delante de Ciudadanos, que obtiene 17,6% de votos y 56 escaños. ¿Cómo valora estos datos? ¿Cree que ir por separado se castigará en las urnas? ¿A quién castigará más, a su juicio, a IU o a Podemos?

- La gente va a decidir cómo votar y lo hará con unas coordenadas distintas a como lo habría hecho en términos de unidad popular. Está por ver. La encuesta de ABC es coherente con las que estamos viendo estos días, pero creemos que la alta volatilidad y el tiempo que queda para definir el voto nos puede situar en un 6%, y a Podemos en un 10%. Con la ley electoral que tenemos, pequeñas variaciones es una diferencia muy notable de escaños. Creemos que tenemos que garantizar una candidatura de izquierdas, rupturista, feminista y ecologista con el mejor resultado posible. Lamentamos que Podemos cerrara la puerta porque será más difícil acabar con el neoliberalismo en nuestro país, lo respetamos estando en desacuerdo. A partir de ahí, seguimos por nuestro lado.

- ¿Cree que la ciudadanía sabrá entender por qué no se ha logrado esa confluencia? ¿Ha habido errores por parte de IU o de Podemos en la gestión?

- Nosotros hemos hecho todo lo posible y Podemos ha cambiado de actitud varias veces para volver al punto de partida, que era que no querían colaboración. Eso ha sido confuso para la gente. Todos los actores querían confluencia salvo Podemos y sus cambios de actitud han generado más confusión. Pero no veo frustración en la gente, sino ilusión y ganas de votarnos. Y eso tiene que ver con esa caída de Podemos.

- ¿Ha ganado en autonomía sin Podemos? En su propio partido hubo quien consideró que pactar con Podemos era firmar el acta de defunción de IU.

- Me gusta que me critiquen, es una cuestión de tener los pies en el suelo y estar siempre alerta. Cuando tienes responsabilidad estás abierto a ese ataque. Cada propuesta fue aprobada por nuestros órganos democráticamente, con el 90% de los votos. Había un 10% crítico, e incluso con malas formas, insultos y salidas de tono. Cosas detestables que tienen que ver con una forma de hacer política que no comparto, es respetable pero es una absoluta minoría. He aguantado insultos desde dentro, desde fuera, me han llamado «cenizo», ha pasado de todo en este proceso y hemos sido coherentes con lo que defendíamos, con humildad. Había quien no entendía por qué aguantaba los insultos...

- Ese aguante, frente a un Podemos con un discurso cada vez más agresivo y endurecido, ¿cree que pudo ser visto como que IU era la parte débil de la negociación, que tenía más interés que Podemos?

- Hay quien ha pensado que estábamos en un espacio de subalternidad, subordinados a Podemos. Yo siempre he dicho que eso no es así, que lo hemos hecho por ser fieles a principios y valores y que buscábamos una colaboración. Sin soberbia, ni prepotencia. Había que pensar en el país y tragarse el orgullo, hablar de lo que le importa a la gente. Esas conversaciones tenían que darse con una actitud: «el país necesita que colaboremos». Ellos decidieron que no, y con unas formas que no compartimos. La gente es consciente de que he intentado todo hasta el último minuto. Nosotros hemos sido coherentes.

- Asegura que vio en Podemos la oportunidad para «refundar IU» y «la izquierda española». ¿Por qué necesitaba IU refundarse?

- En 2008, antes de que existiera Podemos, IU inició un proceso de refundación. Algunos éramos muy críticos, pero esa renovación ya ha llegado y la plasmación es que yo estoy aquí. Esto no ha pasado en ningún partido democrático de la historia. Podemos, cuando aparece, habla de la unidad de la izquierda y otras cosas de las que se han olvidado. Son ellos los que se han cerrado a la unidad popular. Basta ver el discurso de Pablo Iglesias aquel día para ver que hay una diferencia, que es legítima y es un cambio en su hoja de ruta. Me he dado cuenta de que lo que pensaba de Podemos ya no es así. IU inició ese proceso de renovación y las encuestas nos dejaban fuera del Parlamento cuando yo llegué. Ahora mismo, con resultados que no son los que nos gustarían, estamos ahí. Vamos a seguir creciendo.

- Acaba de reivindicarse como prueba de que IU es el partido «con mayor democracia interna». ¿Cuánto de estético hubo en ese movimiento de IU, en pleno 15-M?

- Cuando me propusieron ser candidato yo tuve mis dudas de si solo sería para poner la cara y que el partido lo siguieran gobernando los mismos de siempre. Sin embargo, fui candidato por Málaga, con toda la desconfianza que conllevaba, yo podría haber sido un loco que al primer día se marchara al Grupo Mixto. Me dieron responsabilidades que no parecían simplemente estéticas, tuve un rol protagonista. El tiempo lo ha demostrado. La mayoría de IU ha querido que fuéramos una fuerza al calor del 15-M y ese proceso de renovación lo ha cumplido.

- Señala que no se marchó a Podemos porque «no era el instrumento del cambio», pero usted mismo parece concederle en parte ser heredero del 15-M, según el relato de su libro. ¿Qué ha cambiado?

- Podemos fue el que mejor entendió el momento histórico de las europeas, fue valiente y audaz. Pero ha ido moderando su discurso, retirando las partes rupturistas y olvidándose del 15-M. Prueba de ello es que ahora defienda un debate a cuatro. Es grave que Podemos excluya a la izquierda, que somos nosotros. Eso es actuar contra el 15-M, en el que defendíamos debates con todas las fuerzas, es un problema de actitud democrática. Podemos y Ciudadanos, ahora que tienen buenos resultados, quieren ser el nuevo bipartidismo. Podemos no es el instrumento del cambio por su programa, su actitud, sus formas y su tradición política.

- Menciona también que infravaloró a Podemos. ¿Cree que ahora ocurre al revés?

Quiero debatir con Pablo Iglesias y con Albert Rivera. Tras ver el cara a cara del pasado domingo y como economista, tengo mucho que decir: cosas que no se dijeron, se dijeron mal, incongruencias... Excluir implica miedo a perder votos en beneficio de otras formaciones. No hay forma desde la izquierda de justifiar la exclusión de la izquierda.

- Usted ha criticado la contradicción de Podemos al aceptar pactos en Cataluña y Galicia y no hacerlo para todo el territorio nacional. ¿Peligran esos pactos tras la ruptura? Podemos ya tiene líneas rojas, como el nombre de la papeleta, ¿pondrá IU las suyas?

- Creemos que todos los espacios donde se pueda construir colaboración ésta va a ser positiva. Los acuerdos son políticos, la parte jurídica está por resolver. Lo más probable es que vayan a grupos independientes y con autonomía y hagan su propia campaña. Creo que puede potenciar mucho y demostrar que es la mejor fórmula.

- Si se constituyen como grupos independientes, ¿cómo se sumarán esos votos? ¿No dificultará que IU tenga grupo propio en el Congreso?

- Nosotros hemos tenido grupo con un diputado, con Gaspar Llamazares y Joan Herrera se hizo un grupo ténico. No nos preocupa el grupo propio sino frenar el neoliberalismo y creemos que la unidad popular ayuda. Además, vamos a subir en las encuestas y el resultado va a ser mucho mejor, se va a parecer al de 2011 [IU logró 11 escaños frente a los 2 de 2008].

- ¿Cuál sería un buen resultado para IU el 20-D?

- El que sea el mejor posible

- O sea, que no se va a mojar...

- No nos conformamos. No vine a la política para quedarme como diputado sino para cambiar el país, y para eso, un 15% del voto es muy poco, pero las cosas no se construyen de la noche a la mañana. No vamos a conformarnos con ningún dato. Palpo en la gente ganas de votarnos, en gente que votó a Podemos e incluso en gente que era de Podemos.

- Imagino que consideran fundamental la participación en las primarias de Ahora en Común para legitimar el proyecto, ¿qué participación considerará suficiente para cumplir el propósito?

- Ya está siendo algo más que un partido. Hay gente de diferentes organizaciones, de movimientos sociales. Entendemos la dificultad de un proceso tan rápido. Tenemos dos meses para hacer lo que Ahora Madrid hizo en dos años. Es muy complicado. Pero espero que haya varias decenas de miles de personas participando, para que sea verdaderamente ilusionante. Por lo menos hay candidaturas alternativas, no se había visto hasta ahora tanta competencia. Ya se está ganando. Está siendo más potente de lo que yo esperaba.

- Pero usted ha dado su aval a una de las listas, la ha llamado «Ahora con Alberto Garzón». ¿No es eso también una política de fichajes, como la que le reprocha a Podemos?

- Es una candidatura de listas abiertas, cualquiera puede elegir a cualquiera. Si ganara otra candidatura, yo sería también el candidato de esa otra. Todos somos el mismo proyecto político, pero yo tengo mis preferencias. Tengo derecho a decir quiénes me parecen mejores compañeros y son personas de mi confianza. La gente decidirá en última instancia.

- ¿Cómo se llamará finalmente la candidatura? Y para que la gente reconozca a IU dentro de Ahora en Común, ¿emplearán el logo, como ha pedido Cayo Lara?

- El nombre fue secuestrado por una persona de Podemos y Ahora en Común decidirá en poco tiempo cómo nos llamaremos para que no haya confusión sobre a quién votas. Que si quieres votar a la Chunta Aragonesista, por ejemplo, que sepas cómo hacerlo. Pueden aparecer los nombres y los logos. No me preocupa, seremos inteligentes y se resolverá.

- ¿Cómo plantea la campaña para diferenciarse de Podemos si usted mismo buscó el pacto hasta el final?

- Hay muchas diferencias. Programáticas, de forma, de enfoque... Pero no vamos a acentuar esas diferencias porque nuestro enemigo no es Podemos, es quienes aplicaron políticas de recorte: el PP y el PSOE. Queremos ir a las elecciones con la mejor expectativa posible para ayudar a la gente a solucionar sus problemas, que no los ha causado Podemos. Vamos a combatir como lo hemos hecho estos cuatro años.

- Si PSOE y Podemos obtienen mayoría con los votos de IU, ¿harán un cordón sanitario contra el PP?

Son futuribles. Si hay un programa encima de la mesa que derogará la reforma laboral, banca pública, stock de alquiler de vivienda barata para la gente... si todos lo aceptan, podremos hablar. Siempre habría unas líneas rojas programáticas, como el "programa, programa, programa" de Julio Anguita.

- ¿Qué tal se lleva esa «mochila» que Podemos critica y usted reivindica?

- La mochila es algo que considero positivo. Los que desprecian las luchas del pasado se equivocan radicalmente. Las luchas del pasado son los derechos de hoy y esa es la mochila. E IU tiene mucho de eso. Esa experiencia nos permite construir una sociedad más justa. Las cosas malas se cambian y las buenas, se propulsan.

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