El petróleo cuesta menos de la mitad de lo que pronosticaron los expertos

El crudo Brent está en 36 dólares, cuando a principios de año muchos apuntabana a 80 dólares el barr

MADRID Actualizado: Guardar
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Junio de 2008. El petróleo Brent alcanza los 140 dólares el barril. El entonces director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Khan, afirma que el crudo podría alcanzar los 200 dólares a finales de año. Incluso, el director general de la petrolera rusa Gazprom, Alexy Millar, fue más allá y vaticinó que el «oro negro» costaría 250 dólares por «el fuerte aumento de la demanda y la especulación».

Pues bien, el petróleo llegó hasta los los 146 dólares en la primera semana de julio, aunque a mediados de septiembre ya estaba por debajo de los 100 dólares y acabó el año, en el que Barak Obama ganó las elecciones por primera vez, en ¡40 dólares!.

Este es un ejemplo de los numerosos fracasos que guardan las hemerotecas sobre la previsión de los precios del petróleo en el mundo. Y 2015 no ha sido una excepción después de que el crudo comenzara el año en 52 dólares, alcanzara un máximo de 67 y el viernes cerrara a 36,80.

En enero, el secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Abdullah al-Badri, declaró que «ahora los precios están entre 45 y 55 dólares, creo que han alcanzado su suelo y veremos pronto un rebote». Error. La cesta de doce tipos de petróleo de este cártel cuesta actualmente 31,49 dólares, su precio más bajo en once años.

Hasta los 200 dólares

En el mismo mes, el CEO de la petrolera italiana Eni, Claudio Descalzi, dijo que el crudo se podría disparar hasta los 200 dólares el barril por la falta de inversión. Sin embargo, el príncipe saudita Alwaleed bin Talal comentó esos días que «aunque puede haber un rebote en los precios», el petróleo «no volverá ya a los 100 dólares el barril».

La previsión en aquellas fechas del economista de Moody’s Chris Lafakis era de que el crudo podría volver a los 80 dólares. Más lejos iba el pronóstico del exdirector del departamento de estudios del Fondo Monetario Internacional, Kenneth Rogoff, quien dijo que «es probable que el precio vuelva a los 100 dólares».

El banco de inversión estadounidense Goldman Sachs rebajó en enero sus previsiones para 2015 desde los 85-90 dólares hasta los 43-70. Ni siquiera con una horquilla tan amplia han acertado, ya que actualmente está en 37 dólares. El expresidente de Goldman Sachs Asset Management, Jim O’Neill, preveía unos precios de 80 dólares o, por lo menos, «más altos que a comienzos de año».

El Observatorio Económico del BBVA revisó su escenario a una media de 65 dólares, aunque reconocía que «la incertidumbre es muy elevada y tampoco puede descartarse un mayor repunte en los próximos meses».

La propia Agencia Internacional de la Energía (AIE) estimaba en enero pasado que el precio medio del Brent en 2015 sería de 58 dólares y el Banco Mundial (BM) revisó a la baja sus previsiones en octubre desde los 57 dólares a 52. Meses antes, el banco de inversión Barclays Capital había modificado al alza su pronóstico, de 51 a 60 dólares el barril.

Tarea "compleja"

La dificultad que existe para pronosticar los precios del petróleo fue subrayada por el Banco Central Europeo (BCE) a principios de este año. En su boletín económico número 4 decía que «como los precios del crudo han evolucionado de forma muy diferente en el tiempo, la elaboración de previsiones precisas empleando un método de predicción específico es una tarea compleja».

La caída del 30% de la cotización del petróleo en 2015 se debe fundamentalmente al exceso de oferta que hay en los mercados y a la ralentización de la economía en general y de China en particular. La OPEP sigue sin querer reducir sus cuotas de producción a instancias de Arabia Saudí, su principal socio, que continúa su estrategia de mantener muy bajos los precios para frenar la producción de crudo de esquisto en Estados Unidos, ya que por debajo de los 50 dólares el barril ya no son muy rentables los yacimientos que se explotan con la técnica del «fracking» (inyectar agua y otras sustancias químicas a presión para desprender los hidrocarburos de las piedras calizas en las que están impregnados).

Otro problema es que mientras Arabia Saudí puede aguantar durante bastante tiempo con precios por debajo de los 40 dólares, el resto de países de la OPEP no pueden aguantar esa estrategia. Como Venezuela, cuyas súplicas para que se recorte la producción y suban los precios no tienen éxito. El ministro de Petróleo de Venezuela, Eulogio Del Pino, había pedido un recorte de la producción total de esta organización del 5% (1,5 millones de barriles diarios) para evitar lo que calificó como una «catástrofe» en los precios el año que viene.

Otro de los grandes perjudicados es Rusia, uno de los mayores productores de petróleo del mundo que no pertenece a la OPEP. En los mercados se da por hecho que se está utilizando el petróleo barato para presionar a Putin en distintos conflictos internacionales, como la guerra en Siria y el suministro de gas a Europa.

En la OPEP se está produciendo un círculo vicioso ya que, con la caída de los precios, la mayoría de sus doce miembros producen, extraoficialmente, más crudo de lo que fijan sus cuotas para obtener más ingresos, ya que sus economías dependen en un 90% de los ingresos por el petróleo. De hecho, aunque la producción oficial de la OPEP es de 30 millones de barriles diarios, la realidad es que está vertiendo a los mercados 31,5 millones. El ministro de Petróleo de Irán, Bijan Namdar Zanganeh, ha reconocido que «efectivamente, no hay techo, cada uno hace lo que quiere».

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