Las empresas españolas, en busca de El Dorado brasileño

Las noticias parecen ser buenas para gran parte de los inversores españoles que tienen interés en Brasil. Después de la victoria del Gobierno en la aprobación de las medidas de austeridad económica que fijan los límites del gasto público, el presidente Michel Temer (PMDB) ha anunciado que va invertir en infraestructuras para combatir la crisis económica de su país. Este contexto es favorable para los inversores españoles, que ya tienen larga experiencia en el país en los procesos de licitaciones para la construcción de aeropuertos y autopistas principalmente.

Los límites de gasto establecidos por ley van a presionar al poder legislativo brasileño para realizar las reformas necesarias para recibir mayor volumen de inversiones, ya que el poder de financiación de Brasil va a tener límites claros, según ha afirmado el ministro de economía brasileño Henrique Meireles.

Es una situación favorable para las compañías españolas pues, según sostiene el embajador de España en Brasil, Manuel da La Câmara, «España tiene seis de las diez mayores concesionarias de infraestructuras del mundo y Brasil es el principal país de destino de las inversiones españolas».

En lo que se refiere a autopistas, « la española Abertis, a través de su filial en Brasil (Arteris) es la mayor concesionaria de carreteras del país», como sostiene Isabel Rata, Consejera Económica y Comercial de la Embajada de España en Brasil, quien explica además que «las empresas españolas están siguiendo de cerca el curso de las licitaciones y sostiene que empresas como Ferrovial ya manifestaron públicamente su interés en la licitación de los aeropuertos incluidos en el PPI (Programa de Parceria en Investimentos, una especie de inversión público-privada) del Gobierno.

En octubre pasado una filial de ACS en Brasil (CIMYI) se adjudicó, en alianza con el fondo Brookfield, tres lotes de la subasta de líneas de transmisión de energía eléctrica realizada por la ANEEL (Agencia Nacional de Energia Elétrica - Brasil). En el primer semestre de 2017 se esperan nuevas licitaciones a las que podrían concurrir también empresas españolas.

Además de la crisis política en Brasil, con los escándalos de la operación «Lava-Jato», que investiga los crímenes de corrupción relacionados a la petrolera Petrobras, el momento parece ser de renovación y reconstrucción de inversiones público-privadas.

El ministro de las Relaciones Internacionales de Brasil, José Serra (PSDB), que viajó recientemente a España , aprovechó la ocasión para presentar las medidas de reforma del gobierno Temer que están en curso. Para garantizar la seguridad de las inversiones uno de los puntos más importantes es saber si Brasil será capaz de aprobar importantes reformas, como la laboral y la de las pensiones después del techo de gasto.

El presidente de la República anunció hace unos días que relanzará un nuevo Plan de Aceleración del Desarrollo (PAC), basado sobre todo en los nuevos fondos que recibirá el Ministerio de Transportes ya que el Departamento Nacional de Infraestructuras de Transportes (DNIT) contará con 3.100 millones de reales (910 millones de euros, aproximadamente) extra este año en relación a la asignada en 2016.

Esta dotación se destinará, en gran parte, a una cartera de 80 proyectos federales prioritarios en proceso de elaboración. Además, entre las principales metas para el sector de transportes se encuentra acelerar las iniciativas relacionadas con dragados, estudiándose una actualización en las condiciones y duración de las acciones dentro de este ámbito. Además el ministro de Planificación, Dyogo Oliveira, tiene previsto reanudar en febrero todas las obras inacabadas incluidas en el PAC anterior que no superen los 10 millones de reales (en torno a tres millones de euros).