El Banco Santander emitirá hasta 57.000 millones en deuda para cumplir con el nuevo colchón de capital

El Banco Santander emitirá entre 43.000 y 57.000 millones de euros en deuda entre 2017 y 2018 con el objetivo de cumplir con el nuevo colchón de capital en base a los requisitos de Bruselas sobre absorción de pérdidas (TLAC por sus siglas en inglés), según ha informado este miércoles la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

En concreto, el grupo presidido por Ana Botín planea colocar entre 24.000 y 32.000 millones de euros en 2017 y entre 19.000 y 25.000 millones de euros en 2018.

Asimismo, la filial especializada en financiación al consumo Santander Consumer Finance (SCF), que ayer emitió 1.250 millones en deuda sénior a cinco años, pondrá en circulación entre 10.000 y 13.000 millones antes de 2019.

Por su parte, Santander UK sacará al mercado entre 4.000 y 7.000 millones de euros y la filial estadounidense emitirá entre 3 y 5.000 millones

La entidad ha presentado la actualización de su plan de financiación 2017-2018, tras la publicación de la propuesta de los requerimientos TLAC en la Unión Europea. El objetivo del plan de financiación es fortalecer la posición TLAC del grupo y optimizar su coste de capital.

Afecta a los 30 mayores bancos

La entidad busca así cumplir con las normas de Basilea III que entran en vigor el 1 de enero de 2019 para las entidades financieras de todo el mundo. La implantación de los requisitos TLAC, siglas de "total loss absorbing capacity" será una realidad el 1 de enero de 2019 y afectará especialmente a los treinta mayores bancos de todo el mundo, los considerados sistémicos, entre ellos el Banco Santander.

Estos bancos deberán contar desde esa fecha con un colchón de capital anticrisis que cubra un 16 % de sus activos ponderados por riesgo (APR), según estableció el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) en noviembre de 2015. Este porcentaje deberá alcanzar un 18 % a partir del 1 de enero de 2022.

Para ello, el banco está considerando varios enfoques para la emisión de instrumentos elegibles para TLAC antes de que la regulación definitiva sobre estos requisitos sea aprobada.

El principal objetivo de estas normas es que, en caso de quiebra de una entidad, sean sus inversores y accionistas los que paguen la factura y no todos los contribuyentes de un país, como ocurrió con los rescates bancarios en la reciente crisis económica y financiera.

Asimismo, la regulación de Basilea III establece que el ratio de apalancamiento o "leverage ratio exposure" (LRE) -obtenido tras dividir su capital entre sus activos totales, o relación entre el capital de máxima calidad y el total de la inversión,- debe ser del 6 % desde el 1 de enero de 2019, y del 6,75 % a partir de 2022.