Tito Vilanova falleció en 25 de abril de 2014
Tito Vilanova falleció en 25 de abril de 2014 - efe
Barcelona

Un año sin Tito Vilanova

Fallecido el 25 de abril de 2014, su mayor legado deportivo fue la Liga de los 100 puntos

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El nombre de Tito Vilanova quedará para siempre ligado al del Barcelona. Fallecido el pasado 25 de abril de 2014 después de una larga lucha contra el cáncer, el ex técnico azulgrana sigue muy presente en el día a día del club. Su nombre preside a diario los entrenamientos del equipo de Luis Enrique. El campo número uno de la ciudad deportiva quedó bautizado para siempre como " Campo Tito Vilanova" y dos gigantes carteles así lo certifican. Tito estará siempre presente.

Vilanova fue el fiel escudero de Pep Guardiola en sus cuatro años en el banquillo. El "ideólogo", como le llaman algunos, de muchas de las jugadas. Ambos se habían conocido de jóvenes en la antigua Masía, donde residían y donde cuajaron una gran amistad.

Cuando Guardiola recibió la oferta para asumir las riendas del primer equipo, no lo dudó y convenció a Tito para que le acompañara. Lo que lograron juntos ha quedado para siempre en los anales. Más allá de los títulos, una filosofía de juego admirada en los cinco continentes.

Pero la amistad entre Tito y Guardiola tiene un antes y un después tras la marcha de Pep del Barcelona. Zubizarreta le propuso entonces al presidente Rosell la candidatura de Tito Vilanova. "Reúne todo lo que necesitamos, la idea, la forma, el estilo...", enumeraba el director técnico aquel 27 de abril de 2012, el mismo día en el que Guardiola anunciaba su adiós. Aquella decisión rompió la amistad entre ambos, una relación que desapareció por completo, hasta el punto que el técnico del Bayern ni siquiera compareció en el funeral. Solo ellos conocen la verdad de lo sucedido.

Para la memoria quedará siempre la única temporada en la que Tito dirigió al primer equipo. Aquella Liga de récord, con 100 puntos, pero también un campeonato que tuvo que vivir unos meses desde la distancia de Nueva York debido a su enfermedad. Era el principio del fin. Aquel mes de julio, en plena preparación de su segunda temporada, recaía de su enfermedad y se veía obligado a renunciar al cargo, que acabó asumiendo el Tata Martino deprisa y corriendo.

Más allá de los récords, el legado personal de Tito es enorme. Era una persona muy cercana, nada que ver como muchos divos que frecuentan los banquillos de los grandes equipos. Era una persona de confianza para los futbolistas, que picaban a su puerta en busca del consejo de un amigo, no de un jefe. Leo Messi era uno de los más afines a Tito y quedó muy tocado por su muerte. En sus peores momentos en el Barça, Vilanova le tranquilizó y le dio toda la confianza del mundo. Se conocían desde que el argentino era juvenil y su relación se alargó hasta el 25 de abril de 2014. Un día muy triste para el fútbol y para el barcelonismo. Se fue Tito. Hace un año, pero parece que fue ayer.

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