Seamos optimistas

Olvidándonos de la Copa del Rey, que siempre nos quedará haber eliminado al todopoderoso Real Madrid sin llegar a disputar el partido de vuelta, es la Liga lo que realmente nos interesa. Con tal motivo afrontamos el reto de alcanzar al Real Murcia que realizó una soberbia primera parte de temporada y buscar la primera plaza que al menos te da la oportunidad de continuar disputando la fase de ascenso si te eliminan a la primera. Y en esa estamos.

El equipo de Claudio Barragán solo estuvo discreto en la primera vuelta. En este periodo futbolistas como Abel Gómez, Fran Machado, Josete, Mantecón o el primer descarte del mercado invernal, Kike Márquez, no estuvieron ni muchísimo menos al nivel que de ellos se esperaba.

Otros, como Cristian o Hugo apenas si se les ha visto salvo en contadas ocasiones y lo más positivo, que también lo hubo, la grandísima labor de Juanjo, el continuo bregar de Güiza, la seguridad de los porteros Cifuentes y Ballesté, este en Copa, como así la aportación tanto de Alberto Quintana como de Lolo Pla, futbolistas a los que espera un grandísimo futuro de continuar en línea ascendente.

Dicho esto seamos optimistas. El comienzo de año no fue mal y se derrotó a un Jaén que jamás en la historia se lo puso fácil al equipo amarillo. Y ahora llega el decano, por cierto en uno de los peores momentos de su historia y peligrando incluso la supervivencia del club. Hay que ganar y lograr, que va siendo hora, dos triunfos consecutivos que comiencen a levantar el ánimo de los cadistas. Las adquisiciones de invierno deben aportar sus frutos y Barragán demostrar que desde el banquillo no solo en Ponferrada se pueden hacer grandes cosas.

Y al margen de lo deportivo esperamos acontecimientos. En los juzgados comenzaran a desenmascararse algunos y con la ampliación de capital también se verán quienes apuestan por un club al que podemos hacer grande entre todos si realmente existe voluntad y no solo buenas intenciones que en algunos casos no quedan más que en palabrerías de los mercenarios de turno. Ya está bien de tantísimos disparos al aire que más allá de buscar un léxico de unión para sacar la nave del pozo lo único que intentan es desunir a quienes a base de sacrificio y dinero les está costando, como en el poema de mío Cid, sangre, sudor y lagrimas llevar a nuestro centenario Club al lugar que le corresponde. Pensemos en positivo y reflexionemos respecto a quienes están por la labor de volver al futbol profesional. Yo, lo tengo clarísimo. Sigo apostando por quienes han permitido que el Cádiz CF, que estaba no hace mucho en quiebra, siga aun con las constantes vitales y cada vez más fuertes.