Una imagen de Lalo García en su época de jugador
Una imagen de Lalo García en su época de jugador - EFE
Baloncesto

Lalo García, adiós al defensor con cara de niño

Lalo García, leyenda en el Baloncesto Valladolid en la década de los 90, aparece muerto en el Pisuerga tras 25 días desaparecido

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Para cualquier jugador de la liga ACB en la década de los 90 era un suplicio enfrentarse al Baloncesto Valladolid. Enfrente esperaba siempre un escolta con cara de niño que dentro de la cancha se transformaba como uno de los mejores defensores de la liga. Un auténtico perro de presa llamado Lalo García.

El número cinco de la camiseta morada del «Fórum Valladolid» se puso de moda en la capital castellana. Nacido y criado en la ciudad, García se convirtió en el ídolo de la afición, un jugador que daba espectáculo tanto en defensa como en ataque, donde aún se recuerdan sus contragolpes sellados con un mate a dos manos.

Trece temporadas en la ACB, todas en Valladolid, le sirvieron incluso para hacerse un hueco en la selección española, con la que llegó a disputar ocho partidos antes de retirarse de las canchas de manera prematura a los 30 años por culpa de varias lesiones.

El exjugador no volvió a ser la misma persona desde que Fórum Filatélico, empresa en la que trabajaba como agente comercial y de la que fue accionista, fuera intervenida judicialmente en 2006, acusada de estafa, blanqueo de capitales, insolvencia punible y administración desleal. Allí estaban depositados sus ahorros y los de muchos familiares y amigos.

Su vida había sido el baloncesto, y precisamente ese mismo año regresaba a su club como director deportivo, tras haber sido miembro del Consejo en 2002 y presidente de la Fundación Baloncesto Valladolid, cargo que desempeñó hasta 2008 en que la entidad decidió prescindir de sus servicios. Lalo García pagó el descenso del equipo en esa temporada y, con José Luis Mayordomo al frente del club, se despidió de éste tras alcanzar un acuerdo ambas partes.

Entró a formar parte de la entidad morada en 1987, en categoría juvenil y debutó en la temporada 1988-89 de la mano de Pepe Laso, con sólo 17 años, para retirarse en la 2000-2001, después de trece temporadas de fidelidad a unos colores, ya que nunca salió de su ciudad.

El 20 de marzo de 2004 -el mismo día en el que cumplía 33 años- el club retiró su camiseta con el dorsal número 5 y la situó en lo más alto del pabellón Pisuerga. Nadie más ha llevado ese dorsal, en homenaje al jugador con más partidos disputados de la entidad morada -389-, con más minutos -8.353- y el máximo anotador -2.732 puntos-.

Ese adiós al baloncesto fue el principio del fin para él. Enrolado en varios proyectos, nunca terminó de superar el vacío que dejó el baloncesto en su vida.

Hace un mes, Lalo García desaparecía sin dejar rastro. Un suceso extraño que mantenía en vilo a su familia y a todo el baloncesto nacional hasta que hace unas horas se encontró su cuerpo en el Pisuerga, sin vida. Un desenlace fatal para una de las carreras más brillantes de la ACB. Adiós a Lalo García, el sempiterno defensor con cara de niño.

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