Vista aérea de 'La vela', icónico elemento central de la ciudad financiera del BBVA en el barrio de Las Tablas, obra de Herzog & de Meuron. :: R. C.
Sociedad

Crisis y sensatez arquitectónica

Jacques Herzog condena la «excentricidad» que «hace fracasar a la modernidad» El arquitecto suizo ultima la ciudad del BBVA, cuyo icono es una torre elíptica y ecoeficiente de casi cien metros que redefine el 'skyline' de la capital

MADRID. Actualizado: Guardar
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«La crisis nos está dejando una arquitectura más sensata y frenando espectáculos sin sentido». El diagnóstico es de uno de los grandes de la arquitectura contemporánea, Jacques Herzog (Basilea, 1950), uno de los pilares de la firma Herzog & de Meuron que supervisa una de sus últimas obras en España. Su estudio es responsable de la nueva sede corporativa del BBVA al norte de Madrid. Un complejo de edificios que se alza sobre otro preexistente y para el que Herzog ha diseñado un elemento más que icónico denominado 'La vela'. Es una estructura elíptica y ecoeficiente de 19 plantas y 93 metros de altura que definirá el nuevo 'skyline' de Madrid y será la imagen de entidad bancaria. «Es la parte que menos me convence del proyecto, pero no es solo un símbolo; es un centro de trabajo y no un gesto inútil o un icono del poder», se justifica.

Con 114.000 metros cuadrados de superficie vertebrados en torno a una gran plaza de cien metros de diámetro -el vaciado de la torre elíptica-, este complejo corporativo resume todos los anhelos de Herzog, un 'pope' de la arquitectura contemporánea empeñado en firmar una construcción «respetuosa con la edificación preexistente» y en la que la funcionalidad, la eficiencia energética y la sostenibilidad -un concepto que Herzog separa del ecologismo barato- son la marca de la casa. «Sostenible quiere decir que tenga desarrollo y proyección en el futuro», apuntó. «Pienso en este complejo como en el palacio de Diocleciano en Split, una construcción que un milenio después de alzarse sigue viva, es el corazón de la ciudad y alimenta y sostiene nuevas arquitecturas», explicó Herzog en un perfecto español en conversación con Luis Fernández-Galiano.

La ciudad del BBVA será la segunda construcción del estudio suizo en Madrid, donde Herzog & de Meuron ya firmaron para La Caixa el centro cultural CaixaForum, alzado sobre los restos de una antigua central eléctrica en la milla de oro de los museos, a caballo entre el Prado, el Thyssen y el Reina Sofía. Habría podido ser su tercera intervención en la capital, pero se frustró su proyecto para remodelar el estadio Santiago Bernabéu en una feliz alianza con su colega navarro, y premio Priztker como él, Rafael Moneo. Futbolero y responsable de varios estadios -el olímpico 'Nido del pájaro' de Pekín en colaboración con Ai Wei Wei, el Allianz Arena de Múnich, o el futuro eco-estadio de Burdeos-, Herzog no ahorró críticas hacia el proyecto finalmente aprobado por la directiva madridista. «Florentino Pérez ha demostrado que acaso sabe más de fútbol que de arquitectura», dijo jocoso ante su colega Moneo, con quien espera «colaborar en cualquier otro proyecto».

Se desmarcó también de «erróneo» Mundial de fútbol de Catar, para el que fue invitado a construir un estadio. Denuncia el «sinsentido» de celebrar una competición así en verano en esa abrasadora parte del mundo. «Construimos un museo en Doha y era muy complicado hacer un estadio para 80.000 personas sabiendo que moriría tras el Mundial en un país donde no van a un partido mas de 500 personas. Si lo construyes, te haces cómplice del cliente», dijo.

Herzog ofreció las claves del complejo financiero que ultima en Las Tablas, en el ensanche norte de Madrid y junto a la autovía de Burgos, en unas jornadas organizadas por el BBVA en que el arquitecto suizo detalló algunas de sus aportaciones, aspiraciones y convicciones. «No hay una sola ciudad moderna que me guste y eso supone el fracaso de la modernidad, y lo digo como arquitecto contemporáneo», aventuró. «Hay demasiados errores y un exceso de excentricidad y proyectos en los que prima el capricho. Tanto, que en alguna medida es bueno que la crisis no permita esas libertades y nos deje una arquitectura más sensata».

«Los proyectos deben verse con su potencial de futuro, de modo que no cierren la puerta al cambio y se acomoden a nuevas circunstancias», dijo el responsable de la sala de turbinas de la Tate Modern de Londres, del Edificio Fórum en Barcelona, del complejo Ricola en Laufen (Suiza), o del museo Pérez de Miami, «una institución pública en una ciudad donde todo es privado». En España su estudio ha firmado también el Bulevar del Ferrocarril de Burgos y la plaza de España y el Espacio de las Arte en Santa Cruz de Tenerife. Hezog alzó además su residencia de descaso en la costa tinerfeña.