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¿Qué sobrevoló el cielo de Cádiz el sábado por la noche a más de 160.000 kilómetros por hora?

Un experto astrofísico explica que el bólido, procedente de un cometa, mostró varias explosiones que provocaron aumentos súbitos de su luminosidad

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El 'bólido' sobrevolando el muelle de Cádiz el pasado sábado por la noche LA VOZ

J.M.V.

CÁDIZ

¿Qué vimos el sábado por la noche en Cádiz? El jerezano José María Madiedo, experto astrofísico, ha analizado en redes sociales la gran bola de fuego o bólido que cruzó el cielo de la provincia este pasado fin de semana.

José María Madiedo explica en un vídeo que esta espectacular bola de fuego atravesó el cielo nocturno de España y Portugal en la noche del sábado 19 de mayo a las 0:46 horas. «Transformó por un breve instante la noche en día a causa del brillo tan grande que llegó a tener, ya que su luminosidad fue muy superior a la de la luna llena».

Adelanta este experto que la espectacular bola de fuego, más conocida como bólido, «fue producida por una roca procedente de un cometa». «La roca entró en la atmósfera a 161.000 km/h, una velocidad altísima y de ahí, en su proceso de desintegración, nos mostró tal luminosidad producto de su rotura y explosiones debido al rozamiento con nuestra atmósfera protectora».

La primera imagen muestra (en rojo) la órbita que seguía la roca antes de impactar contra la atmósfera de la Tierra y generar la bola de fuego. A lo largo de su trayectoria la bola de fuego mostró varias explosiones que provocaron aumentos súbitos de su luminosidad y que se debieron a diversas rupturas bruscas de la roca mientras se acercaba a la superficie terrestre.

En la segunda imagen, el bólido (así es como los astrónomos denominan a estos fenómenos) se inició a 122 kilómetros de altitud sobre Don Benito (Badajoz). Desde allí se movió hacia el noroeste y cruzó Portugal. Finalizó a 54 kilómetros de altura sobre el Océano Atlántico. Es decir, se desintegró a unos 54 kilómetros de altura sobre nuestras cabezas.

Por último, tenía un diámetro de unos 2,20 metros, bastante pequeño y «nada por lo que haya que preocuparse». Todos los días suele haberlos aunque sí es cierto que no suelen tener tanta velocidad de caída y, por tanto, no tienen tanta luminosidad.

Bólido o bola de fuego

No fue un meteorito. La Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), promovida por la Agencia EFE y la RAE, explica que el término asteroide hace referencia a un cuerpo menor del sistema solar que orbita alrededor del Sol, mientras que meteoro y meteorito dan nombre a los cuerpos sólidos procedentes del espacio que entran en la atmósfera terrestre. Por su parte, un bólido es un meteoro que atraviesa la atmósfera rápido y normalmente se desintegra.

Cuando los meteoroides entran en contacto con la atmósfera, se calientan y producen esa estela luminosa que denominamos meteoro o estrella fugaz. Cuando esas estelas son más luminosas que el planeta Venus se denominan bólidos o bolas de fuego. Pero si parte de este cuerpo consigue sobrevivir a las condiciones extremas de calor y presión durante su paso por la atmósfera, y alcanza la superficie de la Tierra, tendremos la oportunidad de encontrar sus restos en forma de meteorito.

El experto

José María Madiedo (Jerez, 1969) es Doctor en Física (especialidad en Astrofísica) y Doctor en Química. Es, además, Doctor Vinculado al Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC). Su labor como investigador se centra fundamentalmente en el estudio de meteoroides, meteoros y meteoritos y de los objetos del Sistema Solar de los que estos proceden, como asteroides y cometas. Ha publicado y participado en más de 200 trabajos (entre revistas especializadas y contribuciones a congresos) sobre estos temas.

Su interés y fascinación por los meteoritos le ha llevado a reunir una amplia colección de estas rocas. Dicha colección, que cuenta en la actualidad con más de 1.000 piezas, sirve como herramienta para el desarrollo de proyectos de investigación, así como para llevar a cabo exposiciones y otras actividades diseñadas para divulgar la importancia que tienen para la Ciencia estos fragmentos de otros mundos.

Madiedo obtuvo en la Universidad de Sevilla el doctorado en Química y el doctorado en Física. En la actualidad es investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC). Allí su labor como investigador y divulgador se centra en el estudio de la materia interplanetaria que impacta contra la Tierra y contra la Luna.

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