ANDALUCÍA EN EL CATORCE

ACEITUNILLA COMIDA...

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Faltan pocos días para la campaña de las europeas y el Gobierno de Susana Díaz no da señales de aquella llamada que hizo a los agentes sociales para iniciar el diálogo de la nueva concertación social antes de que empezara la pegada de carteles. La presidenta ha echado el freno de mano a las conversaciones por el temor de que la polémica de los cursos de formación (UGT, CC OO y CEA son grandes beneficiarios) coja dimensiones de escándalo como el de los ERE. Cuando más paro hay en Andalucía y más falta hace un concierto de los agentes sociales, más desconcertados aparecen, preocupados cada uno de resguardarse de los misiles de la mala gestión del pasado.

El asunto de los cursos ha caído como tetadine en la Junta. Solo un consuelo ha podido darle. Que la dimensión mediática otorgada de manera premeditada a escala nacional ha servido para tapar la crisis entre PSOE e IU, cuyo comité de enlace mantenía tras la pelea su primer almuerzo este miércoles.

Habría que haber mirado por el ojo de la cerradura cómo fue dicho almuerzo, si se guardaron las pistolas bajo la mesa o si saltaron chispas. Dicen que no ocurrió nada de lo uno ni de lo otro. Parece eso sí que lo de «aceitunilla comida, hueso tirado» que tanto repite Antonio Maíllo es más que un refrán. Por ejemplo, el coordinador de IU cortó de raíz cualquier especulación sobre una comisión de investigación en el Parlamento sobre los cursos en una conferencia que dio el mismo miércoles en un hotel sevillano. «El Gobierno lo está haciendo bien», dijo refiriéndose a la Consejería de Educación, en manos del PSOE. Días antes, IU decía otra cosa de su socio.

En su conferencia Maíllo desmintió que tuviera roces con Diego Valderas y que estos se hubieran agrandado durante la disputa con el PSOE por la corrala. También dijo que su relación con Susana Díaz es cordial y no hay mal rollo entre ellos después del broncazo. Pero echó flores de la gestión de dos consejeros, Fali Rodríguez y Elena Cortés, mientras se olvidó de Valderas, frente a él en su silla cabizbajo. También hubo algunas ironías sobre la 'juventud' de Díaz. Lo mejor de Maíllo además de su riqueza de vocabulario es que todavía se le lee entre líneas. Dijo que lo que más detesta en política es el cinismo, pero no aclaró a quién se refería.

Esta semana hay pleno en el Parlamento y el PP volverá a insistir con la comisión de investigación y la comparecencia de Susana Díaz para explicar el mal asunto de los cursos. El PSOE no dejará que comparezca, pero el portavoz del PP, Carlos Rojas, tiene una buena ocasión para llevarse el toro a su sombra durante la sesión de control. A ver qué le saca, pero a ver también qué revela: La investigación parte de los ministerios de Trabajo e Interior, controlados por el PP.

Rojas está asentándose como portavoz. No lo hace mal en el Parlamento, mientras su jefe sigue de gira por las provincias. Moreno Bonilla dijo que recorrería Andalucía para estrechar un millón de manos, pero solo se le ve entrando y saliendo de ayuntamientos y diputaciones en las que gobierna su partido, lo cual pone muy nerviosos a los del PSOE. Hacer la réplica a Susana Díaz como rey en la sombra sin trono, ¿le hará conquistar al pueblo? No sé yo.

Maíllo recomendó un libro: '14', de Jean Echenoz, una novela sobre la primera guerra mundial de las que agujerean el estómago y desconsuelan.

Algo así pasa con la política andaluza.