Las salas recuperan, ahora sí, el día del espectador

Los espectadores de cine tenían incluso un día, una especie de festividad, un acicate en forma de descuento para hacer más asequible la entrada y así alimentar la maltrecha caja de los cines de España. Pero ni por esas, la rebaja hace tiempo que no lo es tanto, y menos aún desde que se hizo fuerte el fantasma del IVA. Ver un estreno en la gran pantalla se ha convertido en un lujo, más en fin de semana. Productores, distribuidores y exhibidores, conscientes de la desbandada general en las salas, anunciaron hace una semana la primera buena noticia en este materia en años: recuperar ese día famoso con un verdadero bajón en los precios de las butacas durante los miércoles de los próximos tres meses. Ayer se inauguraba la iniciativa y en las salas de la provincia adheridas a ella, la mayoría, se aumentó notablemente la recaudación. Y eso que a los 'Miércoles al cine', como ha sido bautizado el proyecto, le falta más publicidad. A primera hora de la tarde, todo estaba preparado en los cines Bahía de Cádiz. Para la segunda sesión, el número de taquilleros cuadriplicaba el de cualquier otro día de entre semana, de uno a cuatro empleados para atender el previsible flujo continuo de espectadores. Y así ocurrió, sin colapsos ni esperas, pero sí con la agradable satisfacción de haber recuperado parte de los aficionados perdidos. En las primeras horas los clientes fueron en su mayoría niños acompañados de sus mamás, pero poco a poco fueron llegando el resto de espectadores. José Antonio y Noelia, una joven pareja gaditana, volvían al cine después de casi un año. La culpa de la larga interrupción de su hobby, el elevadísimo precio de la entrada. «No podemos permitirnos gastar 20 euros cada vez que venimos. Ahora, a este precio, queremos venir dos veces al mes», contaba la chica.

Por su parte, Roberto Domínguez se llevó una grata sorpresa al comprar su entrada. Suele ir al cine cuando hay algo de la cartelera que le llama especialmente la atención, por eso no quería perderse la segunda parte de 'El hobbit'. Y cuando se encontró con que le costaba sólo 3'90 euros la alegría fue doble. Ahora, dice, aprovechará estos miércoles para consumir más películas. Con los Goya y los Oscar a la vuelta de la esquina, las salas se frotan las manos. La industria cinematográfica pretende llegar a un público que, como se observó durante la 'Fiesta del Cine', tiene ganas de ver cintas en la pantalla grande pero que no lo hace por el elevado coste de la entrada. No hace falta ser un iluminado para darse cuenta de que la piratería y las butacas vacías se solucionan con unos precios más asequibles y mejores películas. Por eso, además de los 'Miércoles de Cine', este 2014 celebrará dos ediciones de su 'fiesta', esa en la que las colas sí recuerdan a los mejores años de la industria.