El delegado provincial de Vivienda, Manuel Cárdenas, con los propietarios de las viviendas afectadas. :: LA VOZ
SAN FERNANDO

Los vecinos desalojados de La Ardila regresan a sus casas

Han estado más de dos años fuera de sus domicilios ante un posible riesgo de derrumbe; la Junta ha invertido 60.000 euros para reparar el edificio

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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La Consejería de Fomento y Vivienda concluyó recientemente las obras de rehabilitación del edificio ubicado en el número 5 de la calle Juan Franzón Añino, en la barriada de La Ardila. Un edificio del que se desalojó hace ya dos años a sus residentes por posible riesgo de caída. El delegado territorial de Fomento y Vivienda en Cádiz, Manuel Cárdenas, visitó el inmueble ya reparado y entregó las llaves de los inmuebles a los ocho vecinos que regresarán a sus hogares una vez que se den por concluidas de forma definitiva la actuación.

El número 5 de la calle Juan Franzón Añino es uno de los 17 bloques que conforman la barriada popular de La Ardila, con unos 40 años de antigüedad. Este edificio fue desalojado por orden municipal ante la presentación, por parte de la comunidad de propietarios, de un informe técnico que alertaba sobre la situación estructural del mismo, alegando que no reunía las suficientes garantías de seguridad para que sus inquilinos permanecieran en los inmuebles. Las viviendas eran originariamente de la Junta y fueron adjudicadas en régimen de acceso diferido a la propiedad. Cuatro de ellas ya están amortizadas y son propiedad de particulares, mientras que las otras cuatro siguen perteneciendo al parque público de viviendas de la Junta. Una obra en el cuarto de baño de una de las casas y el desprendimiento de parte del techo, fue lo que hizo saltar la alarma, que finalizó con el cierre durante dos años de este edificio y desalojo de sus vecinos que tuvieron que buscarse otra residencia. En algunos casos se daba la paradoja de que aún se estaba pagando la hipoteca, mientras se le obligaba a estar de alquiler, ante el riesgo de derrumbe por aluminosis.

Desde hace años, la Consejería de Fomento y Vivienda ha estado atendiendo los problemas que presentaba el bloque en los semisótanos donde, con anterioridad, se ejecutaron labores de apuntalamiento de los forjados sanitarios, se eliminaron fugas y se arreglaron uniones de los bajantes a las arquetas, entre otras actuaciones de mejora.

Tres pruebas de carga realizadas en el edificio descartaron la existencia de aluminosis en el mismo, aunque se detectaron algunos daños estructurales a consecuencia de la oxidación producida en algunos elementos a causa de la humedad, por lo que se ha procedido a ejecutar las actuaciones más urgentes para garantizar la habitabilidad necesaria para la ocupación de las viviendas.

La intervención ha consistido en la reparación y refuerzos de aquellos elementos estructurales dañados para garantizar la mayor durabilidad, conservación y mantenimiento del edificio, así como la sustitución de dos bajantes de la red general de saneamiento y la instalación de la salida de humos y gases de los calentadores. Además, y con objeto de adaptarse a la nueva normativa, ha sido necesario ejecutar una nueva centralización de contadores y de la red general de suministro de energía eléctrica, instalándose nuevos cuadros eléctricos para cada una de las viviendas.

La inversión de la Junta en estas reparaciones ha ascendido a 60.000 euros, «con lo que ha sido posible el regreso de los inquilinos de siempre después de un tiempo fuera de sus hogares. Pese a las limitaciones presupuestarias, la Consejería de Fomento ha hecho un gran esfuerzo por ayudar a estas familias, de manera que se han ejecutado las obras necesarias para que regresen con plenas garantías de habitabilidad, una vez descartada la existencia de problemas estructurales serios», destacó Manuel Cárdenas.