El atuendo era obligado, la bufanda del Cádiz. :: VÍCTOR LÓPEZ
concierto

Ruge Carranza

Alejandro Sanz convoca a 15.000 personas en el estadio gaditano en el reencuentro musical con su tierraEl viento y la hora de retraso no ensombrecen una actuación que contó con la participación de seis artistas invitados

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Más gadita no podía ser el marco. De escenario, el Ramón de Carranza. El aroma, el que impregna todo lo que esté cerquita del mar. Los aires que trajeron ayer a Alejandro Sanz a casa soplaban de levante. Sonaba de fondo, de banda sonora ininterrumpida, el tema que él compuso para que Niña Pastori la popularizara por todo el país. Esto es 'Cai'. La parada con la que, como él mismo expresaba a través de su cuenta de Twitter -esa en la que tiene casi 10.000.000 de seguidores-, se cerraba otra etapa de la gira 'La música no se toca', una primera parte de su versión española que retomará después de su viaje al Ártico en el que, acompañado de Greenpeace, conocerá de primera mano los efectos del deshielo. Anoche, en el estadio, el ambiente era bien distinto. Caliente y caluroso. En calma hasta la apertura de puertas, cuando la masa, formada a cuentagotas, empezaba a rugir. Nueve años de espera satisfecha cuando Sanz, a las 23.30 horas saltaba al campo para cantar 'Llamando a la mujer acción', uno de los singles de su último disco y excusa de esta gira, 'La música no se toca'.

La hora de retraso que sufrió el comienzo de la actuación no enturbió el espíritu de las más de 15.000 almas que llenaron la instalación deportiva. Continuó el cantante con 'Cómo decir sin andar diciendo' y otro de los éxitos más recientes de su discografía, 'Se vende'. Para los críticos, el último trabajo de Sanz es uno de los más combativos, con el que regresa a sus orígenes, las baladas de aire latino, el pop rock y los medios tiempos. La primera parte de su repertorio terminó con el primero de los artistas invitados encima del escenario. Y uno de los más esperados, para interpretar a dúo 'Desde cuándo'. ¿Desde cuándo te estaba esperando tu público, Alejandro? Nueve años, demasiado. En el repaso por sus trayectoria, el cantante introdujo dos medley. El primero guardaba la gran sorpresa de la noche, la presencia del pianista y compositor Arturo Pareja Obregón, que le acompañó en 'Quisiera ser'.

Un ' camino de rosas'

Muy poco tuvo que ver la actuación de hace casi una década en el colegio San Felipe, con el espectáculo brindado ayer por el músico de Alcalá. Para el tour 'La música no se toca', Sanz se ha valido de las últimas tecnologías, se ha subido a un escenario tridimensional y ha brillado gracias a unos impactantes efectos lumínicos. Su banda y el elenco de artistas invitados que acompañaron al intérprete sonaron a 100.000 vatios de sonido.

La crónica de la previa la contamos a través de los mensajes del propio Sanz «Cada vez más cerca de Cádiz, me pongo hasta nervioso», avanzaba durante el camino. Sobrevolaba la sensación de que la cita, festiva, suponía también una responsabilidad. Aunque ya se sabe, siempre resulta favorable jugar en casa. El músico no se contentaba con el empate, quería corresponder al esfuerzo económico y físico de los espectadores con un concierto para la historia. Hacer de esta posta de la que dicen la mejor de sus giras, en un recuerdo imborrable.

Con él, David de María, Manuel Carrasco, David Palomar y Niña Pastori. Casi de la familia, como su 'hermano' José Carlos Gómez, el guitarrista y cantante con el que Alejandro Sanz soñaba convertirse en estrella de la música en esos veranos compartidos en Algeciras. Las cuerdas de Gómez ensalzaron el tema emblema del autor, el 'Corazón partío', que se hizo aún más gaditano con el flamenco de David Palomar.

Encaminaba el fin de fiesta, que había tenido un prólogo prometedor. La segunda parte del concierto se iniciaba con uno de los temas más destacados del último trabajo de Sanz, 'Camino de rosas'. Y así, fue, como la seda, sin ninguna espina, con un graderío volcado en un ídolo que lleva, como él mismo confiesa, a su Cádiz en el corazón.

Tiene la suerte el cantante y compositor, mejor decir el mérito, de arrastrar con los años a su público, cuyas edades corren paralelas a la madurez del artista. Como intérprete, pero sobre todo como compositor. Una faceta que ha llevado a la gloria a otros, como a Niña Pastori, con quien ayer, en la noche más esperada, cantó dos temas, 'Cuando nadie me ve' y 'Cai', que en la madrugá, sonaba a eterna.

Un poco de rap para acabar. Con Junior y una versión de 'No es lo mismo', y un paseo 'Looking for paradise', para gritar al final eso de que 'La música no se toca'. Pero esta tierra necesitaba más, para juntos transportarse a otro mundo. Y el amor, siempre el amor. 'Mi marciana', 'Amiga mía' y 'Si fuera ella' hilvanaron el final de una historia que comenzó en marzo, cuando el artista anunció su regreso.

Alejandro Sanz publicó en septiembre de 2012 su último disco, 'La música no se toca', y poco después, en octubre, inició su correspondiente gira de presentación por toda Latinoamérica. El próximo concierto le llevará a Almería, para acabar su gira española el 11 de agosto en Marbella. Andalucía, siempre, el sur para no perder el norte.

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