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Un año molestando

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Estamos en abril de 2013 y, aunque parezca sorprendente, llevo un año emborronando estos artículos de opinión. Un año escribiendo, o pretendiendo escribir, sobre un mismo tema, el Carnaval. Si se ponen en situación comprobarán que es difícil garabatear todas las semanas sobre algo tan frívolo, como piensan muchos, de nuestra fiesta y sobre todo advirtiendo la de asuntos importantes y transcendentes que suceden a diario en nuestra ciudad. Pero mi cometido o encargo fue ese, comentar y opinar, altruistamente claro, sobre el Carnaval de Cádiz. He ganado muchísimos adeptos y algún que otro detractor. El balance podemos decir que es bastante positivo. Muchos pensarán que no quedan más temas, pero se equivocan. Es tal la ineptitud de los que organizan nuestra fiesta que me lo sirven en bandeja cada semana. Hay tanto esperpento entre los que participan que facilitan los necesarios suministros literarios para este encargo semanal, y existen tantos intereses por parte de los medios y tanto provecho personal, que emanan una fuente de inspiración más opulenta que la mismísima playa de la Caleta. Sé que muchos ni se dignarán ni se han dignado a leerme. Son muchos los motivos para ello. Para algunos no soy plato de su gusto y no tengo el suficiente pelaje cultural para su lectura, para otros soy muy molesto sacando y criticando las carencias de nuestro Carnaval y de nuestro Concurso. Seguramente tendría muchos más seguidores, sin quejarme de los que tengo, si encumbrara al concejal de Fiestas, o tal vez si calificara de meritorio el arte de todos los autores y sus agrupaciones, o quizás que el Carnaval en la calle es inigualable, o la gran labor de los periodistas y medios o, por qué no, si catalogara a nuestro Concurso como magistral e inmejorable. Pero lo siento, me hicieron así y aquel que me conoce sabe que soy la misma persona en todas partes.

Gracias a mis lectores por seguirme todo este año, y a mis detractores recordarles que esconderse de los problemas no es la solución pues seguramente serán más listos que tú y te acabarán encontrando.