Economia

¿Por qué nadie interpreta bien a los bancos centrales?

MADRID. Actualizado: Guardar
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«Si han entendido lo que he dicho, es que me he expresado mal», ironizaba Alan Greenspan, que fue presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos durante más de dieciocho años. Parece como si el uso de un lenguaje críptico y las actuaciones sorpresa estuvieran incluidas en el sueldo de los banqueros centrales. Ahora mismo, a tenor de las palabras del dirigente del BCE, Mario Draghi, no se pueden anticipar las decisiones que adoptará el consejo de la institución el 6 de septiembre para ayudar a los países más vulnerables de la zona euro. Para el Gobierno de Rajoy resulta vital conocer las «medidas extraordinarias» que se propone aplicar, antes de pedir un rescate global de la economía española. Las pocas pistas que se difunden no tardan en ser desmentidas, sin aclaraciones, mientras los mercados financieros reaccionan de forma sincopada y sin un rumbo fijo.

¿Cómo logró el BCE aliviar la crisis en agosto de 2011? Trichet se equivocó al subir los tipos cuando ya se veía venir una segunda etapa de fuerte desaceleración económica en la zona euro. En plena tormenta del pasado año se tomó la decisión de comprar deuda de Italia y España en los mercados secundarios, con lo que se frenó temporalmente la especulación, porque a los especuladores no les interesa apostar contra la autoridad monetaria y su capacidad de emitir dinero.

¿Por qué se ha suspendido el programa de compra de bonos? Cuando Draghi tomó el mando en octubre, consideró prioritario dar liquidez a los bancos y lanzó préstamos a tres años al tipo de interés del 1%. Del billón de euros de esta 'barra libre' fueron las entidades españolas principales beneficiarias. Pero hace seis meses que el BCE no lleva a cabo adquisiciones de deuda.

¿Han sido claros los mensajes de Draghi? El presidente del BCE se queja de que le han malinterpretado en varias ocasiones. Una, cuando habló en el Parlamento en diciembre pasado de que «otras actuaciones se producirían» si cuajaba el pacto fiscal entre los Jefes de Estado y de Gobierno. El acuerdo pasó sin pena ni gloria. El 26 de julio, con la prima de riesgo de España y de Italia por las nubes, Draghi aseguró estar dispuesto a hacer «todo lo necesario para preservar el euro».

¿Por qué dejaron de tener efecto estas manifestaciones? Cuando llegó la reunión de la cúpula del BCE previa a las vacaciones, Draghi se expresó con ambigüedad. Dijo que la autoridad monetaria podría intervenir, pero no de inmediato, y tampoco directamente. Se decantó por actuar en los títulos de corto plazo. Después se dirigió los informadores que asistían a su rueda de prensa: «Díganme en que momento me he comprometido a comprar deuda en los mercados», les retó. Quienes interpretaron que se proponía adquirir bonos, pronto salieron de su error.

¿Qué se espera ahora del BCE? Draghi afirmó que los Gobiernos han de pedir directamente la ayuda para que así se activen los mecanismos de socorro europeos. Lo que ya se ha bautizado como 'rescate blando' de España -compras de deuda soberana a través de los fondos- tendrá condiciones específicas. Como el presidente del BCE anunció además la próxima adopción de medidas de política monetaria no convencionales, Mariano Rajoy, que desconoce su naturaleza, asegura estar a la espera de que se concreten.

¿Puede el presidente del BCE decidir por sí solo? En el BCE hay un consejo de gobierno, del que forman parte los representantes de diecisiete bancos centrales. Pero no todos tienen igual peso. Puesto que el Bundesbank es el más grande, y el más importante, su presidente, Jens Weidmann, aspira a marcar las pautas y lo consigue.