El precio de una vida

Ha sido noticia en todos los medios la curación de un niño afectado de una enfermedad neurológica degenerativa, mediante un trasplante de células de la médula ósea de una hermana suya concebida previa selección genética. Éxito para los médicos que no quieren que se considere un tratamiento experimental. Se resalta el hecho de que se ha «salvado una vida» pero no nos quedemos ahí. Para ello ha habido una selección genética, lo que implica que entre varios embriones fabricados en el laboratorio, se escogió el que interesaba y se desecharon otros, ¿cuantos? no lo dicen. Pero esos otros también eran vidas, que aunque incipientes eran seres humanos que se destruyeron, se mataron, porque no tenían las características idóneas para su experimento. Han curado a un niño a costa de eliminar a varios hermanos suyos. Es el precio de una vida.

La realidad de Cádiz es otra muy distinta. Se necesita trabajo y futuro para nuestra juventud. Eso es lo importante.

Están dispuestos a todo antes que perder sus sillones y los de sus amiguetes, familiares y enchufados varios.

¿Saben cuál sería el verdadero ahorro en la Administración? Los políticos, pero no les interesa. Eliminar las autonomías que nos cuestan 86.350 millones anuales de sobrecoste. En esos mismos ocho años (2013-2020) ahorraríamos nada menos que 690.800 millones de euros. Tenemos un sistema autonómico insostenible que nos cuesta un ojo de la cara y todo para mantener las castas políticas y sus enchufados. (Ayer 65 nuevos altos cargos en la Junta con amiguetes, hermanos, sobrinos)

Con tantas firmas recogidas tantos escritos indicando el error de cobrar el aparcamiento en Vadelagrana, eso es la voz de los portuenses ¿por qué el alcalde hace oídos sordos? En la próxima legislatura el pueblo que no ha sido oído cambiará su voto.