La finca de donde cayó la placa de mármol fue multada por Urbanismo

El accidente que sufrió hace unos días la joven Blanca Arbolí a causa de la caída de un bloque de mármol pudo haberse evitado. El desprendimiento de la placa de 35 kilos desde la pared de la finca situada en los números 10 y 12 de la calle Nueva no fue casualidad, ya que el Ayuntamiento ya había detectado desde el año 2010 la existencia de problemas de seguridad. De hecho, los técnicos municipales llevan más de dos años reclamando a la comunidad de propietarios el arreglo de estas deficiencias que ponen en peligro tanto a los inquilinos del inmueble como a los vecinos que, como en el caso de Blanca, pasan a diario por una de las zonas más transitadas del casco histórico.

Según fuentes municipales, el primer requerimiento a la comunidad de propietarios fue en febrero de 2010, y a partir de entonces se han llevado a cabo las medidas de vigilancia necesarias y la tramitación de las correspondientes reiteraciones por parte de la Delegación municipal, llegando en este momento a la imposición de la segunda multa coercitiva. Sin embargo, la legislación autonómica permite llegar hasta diez multas exigiendo a la propiedad que cumpla con el deber de conservación, de ahí que la situación de peligro se alargue durante años sin que el Ayuntamiento pueda hacer nada.

Sin embargo, llama la atención que el accidente se produjo en la zona del edificio que se encuentra en mejor estado. De hecho, las placas de mármol que cayeron a causa del desplome y las que posteriormente retiraron los efectivos del cuerpo de bomberos para evitar nuevas caídas, pertenecían a los bajos del inmueble, una zona que fue objeto de obra nueva con el aplacamiento de las piezas de mármol.

Al parecer, el inmueble afectado cuenta con varios propietarios, entre los que se encuentra la Junta de Andalucía.