Alba tiene 25 años y es la imagen de Nutribén. :: E. C.
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El otro motor de Fonsi

«Recibí cordialmente a Ariadne Artiles, pero no me gustó que ella se lo contara luego a la prensa», confiesa Alba Carrillo

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Saltó al ruedo de la fama como finalista en el concurso televisivo 'Supermodelo', se consagró como pareja estable de Fonsi Nieto y ahora debuta en un papel estelar como mamá de Lucas, un chavalote nacido el 17 de octubre a las 17.20, que a sus tres meses recién cumplidos ya usa pijamas para bebés de más de medio año. «Está hecho un toro», proclama orgullosa. Y es que Alba Carrillo, aprovechando que maternidad rima con publicidad, ha retomado esta semana su trabajo de modelo como imagen de las leches de continuación Nutribén. «Estoy criando a mi hijo con biberón. Mi madre tuvo una mala experiencia con la subida de leche, algunas amigas me habían hablado también de problemas... Y tras consultar con el médico decidí renunciar a darle el pecho, pero nunca lo habría hecho por motivos estéticos. Eso sería una frivolidad».

Enamorada perdida de su bebé, la modelo pronostica que «va a ser el novio que todas querrán tener. Va a haber una cola de niñas en mi puerta», bromea. Desde que Lucas aprendió a focalizar, según cuenta su mamá, al crío le encanta la tele. «Y se lo ve todo, desde dibujos animados a 'Sálvame'. Ha sacado mi sonrisa -afirma Alba- y dicen que se parece a mí, pero cuando duerme hace los mismos gestos que su padre. Y en el carácter es como él, porque tiene sus arrebatos... Fonsi en realidad es muy llevadero. Pero si algo no le gusta te lo hace saber».

Rubia, de 25 años de edad, 1,78 de estatura y con un par de hoyuelos que subrayan su sonrisa, Alba Carrillo pasa por ser el 'Waterloo' de Fonsi Nieto, un hombre con fama de batallador en el terreno del corazón. «Me da rabia que le consideren mujeriego y prepotente, porque en realidad es tímido y sensible», aclara la modelo. Aunque en su día ella también cayó en el cliché. «Yo no quería ni muerta salir con Fonsi Nieto. Me caía mal, lo confieso. Lo veía altivo, chulito... Coincidí con él en una cena y casi ni hablamos. Pero no sé cómo se las arregló para pedir mi teléfono y empezó a llamarme. Unas cincuenta veces al día. Así que decidí quedar con él más que nada para hacerle ver que no teníamos nada en común. Y ahí la sorpresa me la llevé yo... Aún así, le costó conquistarme. No es que me hiciera la difícil, es que de verdad tenía miedo por toda la fama que le rodeaba».

El hombre de su vida

Hoy Alba está convencida de haber dado con el hombre de su vida. «Somos muy distintos en muchas cosas. A él le gusta la acción, a mí me encanta leer. Me acabo de devorar 'Riña de gatos' de Eduardo Mendoza. Fonsi es más noctámbulo y yo no soy de salir, pero nos complementamos. Y confieso que casi me alegro que haya dejado la moto y ahora ejerza de 'Dj'. Ser mujer de motorista no es como ser mujer de torero, pero casi». Alba confirma que este Nieto, con gasolina en la sangre, está ahora más tranquilo y centrado. ¿Por qué con ella y no anteriormente con Elsa Pataky o Ariadne Artiles, con la que incluso llegó a casarse? «No creo que yo tenga nada que no tengan las demás -advierte Carrillo-, pero sí puedo asegurar que poca gente, salvo su madre, le habrá querido a Fonsi en la vida como le quiero yo». La pareja acaba de hacer una escapada romántica a Venecia y Milán sin su bebé, «porque necesitábamos respirar. Tener un hijo, sobre todo al principio, es muy duro. O estás muy unido como pareja o la lías».

Alba acaba de saber que Pataky está embarazada y aprovecha para desearle «que lo disfrute al máximo», al tiempo que le advierte con un guiño: «Siento haberme quedado con el mejor hombre posible para tener un hijo». Tras declararse «nada celosa», la modelo asegura que su relación con la exmujer de Fonsi, Ariadne Artiles, «es y será siempre cordial», pero confiesa que no le agradó que la canaria hablara de la visita que realizó recientemente a su casa para ver al niño. «La verdad, no me gustó nada que luego se lo contara a la prensa; sobre todo porque ella nunca habla de lo suyo». Aún así, asegura que las puertas de su casa estarán siempre abiertas para Ariadne porque, entre otras cosas, «ahí el que manda es el jefe», dice en referencia a su pareja.