AMARILLO PANTONE

OBRAS EN LA PLAZA

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Expectación a la vez que misterio despiertan las obras del Royalty en la Plaza Candelaria. Misterio sobre todo, porque esta vez no las llevan empresarios a los que estamos acostumbrados en Cádiz, sino que son de fuera, de esa parte sevillana que admira a La Tacita a más no poder, y que viene de vez en cuando a disfrutar de ella. Pues esta vez estos socios han venido a hacer negocio a Cádiz o más bien a darle un empujón, porque el obrón de Candelaria no es uno que se pueda financiar con uno de esos créditos ICO del Gobierno, sino que para amortizar ya tiene que estar años y años ese café en activo para que surta efecto. Expectación porque si echas un rato con ellos, siempre les preguntan cuatro o cinco veces que para cuándo va a estar va a estar «el niño», pero nada, no sueltan prenda. El porte de su jefe de obras parecía caracterizado con el ambiente de su creación: entre el dandy de principios de siglo con el sevillano no casposo, de esos que tienen una casa en Santa Cruz, pero que normalmente viven en el campo. Pero esto son todo prejuicios literarios... De lo que sí sueltan prenda es de la pequeña ciudad encantadora que tenemos dentro de nuestro casco antiguo y poco a poco se está perdiendo. Las fincas burguesas del siglo XVIII y XIX tienen los días contados como no se haga una actuación ya, pero claro para ello hace falta la materia amarilla que tan escasa es últimamente. También de las dichas y desdichas de algunas actuaciones en el centro, discutidas... Hablamos mucho con estos visitantes empresarios sevillanos porque nos cuentan maravillas sobre ese nuevo café, que los hay que tener bien puestos para gastarse lo que se están gastando y traer un poquito de ese Cádiz perdido del siglo XIX, principios del XX a nuestros días.