Teófila Martínez: el primer pensamiento, para pymes y autónomos

Fiel a su prestigio estajanovista, Teófila Martínez llegó al Ayuntamiento de Cádiz de las primeras, alrededor de las ocho. Admite que tenía algo de resaca «pero sólo de la electoral, de satisfacción, no de la otra». Lo primero que hizo fue reunirse con los responsables municipales de la conmemoración del Bicentenario de la Constitución. Aunque admite con prudencia que estuvo «repasando la programación que no tiene tanta relación con la administración central», deja entrever que le ilusiona el relanzamiento que puede tener la efeméride gaditana con la llegada de su partido al Gobierno.

Sin entrar en detalles, asegura que vivió el primer día como renovada parlamentaria con la ilusión de «saber que Cádiz está en la agenda de Mariano Rajoy, que la provincia entra en los planes del Gobierno y que la va a tener muy presente en sus iniciativas».

Teófila Martínez mantiene su anuncio de hacer auditorías técnicas sobre todos los grandes proyectos de infraestructuras en la provincia de Cádiz. Recuerda y matiza que se trata de informes sobre el estado de ejecución, sobre lo avanzado y lo pendiente, que nadie va buscando ningún asunto raro, nada más que conocer la verdad sobre su estado, su avance y lo que les queda.

Cuando se le pregunta por el primer proyecto que le gustaría poner en marcha o reclamar al equipo de Rajoy con urgencia, deja de pensar en obra y se inclina por personas. El primer impulso, dice, será para autónomos y pequeños empresarios. «Queremos poner en marcha inmediatamente mejoras para la financiación de pequeñas empresas y trabajadores por cuenta propia que están pagando muy caras las consecuencias de la crisis. Queremos impulsar los cambios legales precisos para que las líneas de crédito les lleguen cuanto antes».

Es sólo un pequeño apartado del gran bloque de trabajo, el empleo y la economía. El desastre laboral en el que vive España ha sido el gran argumento del Partido Popular para arrasar en las urnas. Pocos perdonarían que fuese incapaz de mejorar los peores números conocidos en tres décadas.

Teófila Martínez lo sabe y, aunque se abona al lema de «no haremos milagros», quiso ofrecer desde el primer día imagen de trabajo y preocupación. No le costó mucho, forma parte de su imagen política desde 1995.