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El vuelco en Andalucía deja al PP a las puertas de la Junta

Izquierda Unida da la sorpresa y vuelve a contar con diputados andaluces en el Congreso Los populares agrandan su brecha con el PSOE, que sufre el mayor varapalo en unas generales desde 1982

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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Los pronósticos se cumplieron y el PP triunfó en Andalucía, ganando por primera vez unas generales, afianzando su ascenso en esta comunidad, dando un vuelco al mapa electoral de 2008 y una mordida importante al tradicional granero de votos del PSOE, que sufre su mayor varapalo desde 1982 y pierde 14 puntos y 11 diputados respecto a 2008. El PP sube ocho y obtiene 33 diputados (45,56% de los votos) y el PSOE 25 (36,58%). Lo contrario que hace tres años, cuando el PP logró 25 (38,35%)y el PSOE 36 (51,76%). Izquierda Unida fue otra triunfadora anoche al obtener 2 de sus 11 diputados en Andalucía, uno por Málaga y otro por Sevilla. La formación vuelve a contar con escaño a tras dos legislaturas ausente. Uno de ellos, Alberto Garzón, vinculado al 15-M.

En las primeras generales separadas de las autonómicas desde 1994, el PP gana en sufragios en todas las provincias salvo en Sevilla. El PSOE logra salvar a la capital andaluza del barrido azul (color del PP) de la geografía española pero también sufre un gran retroceso.

Andalucía aporta 60 diputados al Congreso, uno menos que en los pasados comicios ya que Cádiz pierde uno en favor de Madrid. Los populares afianzan su ascenso en Andalucía y desbancan al PSOE como partido hegemónico. Ni siquiera cuando Aznar cosechó la mayoría absoluta en 2000, el PSOE perdió en su tradicional feudo andaluz. Sin embargo, para el PP no es novedad ganar en Andalucía desde que el pasado 22 de mayo el partido conservador se hizo con la primera victoria en la comunidad autónoma.

Bordea la mayoría absoluta

Lo más significativo es que esta vuelta a la tortilla ha colocado al PP a nueve puntos por delante del PSOE en Andalucía, dos más que en las municipales. Es decir, Javier Arenas agranda su brecha con José Antonio Griñán y se sitúa en la mejor posición posible para arrebatarle la Presidencia de la Junta de Andalucía en las elecciones autonómicas previstas para marzo.

Si se extrapolaran los datos de ayer a las autonómicas, el PP de Javier Arenas bordearía la mayoría absoluta, lo que de afianzarse haría imposible un pacto del PSOE con Izquierda Unida para cerrarle el paso a San Telmo. El líder del PP andaluz ya habló anoche de que el reto ahora es alcanzar la Junta.

Los socialistas no consiguieron movilizar a su electorado. La abstención jugó en su contra. La participación fue del 70,27%, tres puntos menos que en los pasados comicios ( 73,7%). Cerca de dos millones de personas no acudieron a las urnas. Los socialistas consideran que muchos de ellos son sus habituales electores que han querido castigarle por la gestión de la crisis quedándose en casa.

Sin embargo, ha vuelto a haber trasvase de votos del PSOE al PP como en las municipales y a diferencia de esta, también a Izquierda Unida. De los 15 puntos perdidos por el PSOE, el PP se lleva siete e Izquierda Unida tres. Parte de su electorado se ha podido decantar por UPyD, que experimenta un notable ascenso hasta situarse en el 4,81%, pero sin conseguir escaño por Andalucía.

Pero hay pérdida de votos sin trasvase, lo que le hace al PSOE andaluz concebir esperanzas de que el partido no está aún perdido cara a las autonómicas. Y es que para el PSOE el que el PP no le rebasara en diez puntos se había convertido en los últimos días de la campaña en un objetivo casi de guerra psicológica. Más de diez puntos de diferencia del partido de Javier Arenas hubiera empujado al PSOE de Griñán a la casi depresión para afrontar las elecciones andaluzas. Hubiera significado una mayoría absoluta del PP tan rotunda como difícil de remontar en cuatro meses.

Aún así, el escenario para el PSOE es el peor del esperado también en Andalucía. Griñán apostaba por acortar un poco la distancia que el PP le sacó al PSOE en mayo en las generales y recuperar la mayoría social en las autonómicas. Esta fue una de sus razones para separar las autonómicas de las generales.Los socialistas contaban que los recortes sociales de los nuevos gobiernos del PP en las comunidades surtirían efecto y harían reaccionar a su electorado.

Mensajes sin efecto

Durante la campaña han sido insistentes los mensajes en este sentido para generar temor a perder derechos sociales en educación y sanidad. Pero no han surtido efecto. La crisis y el paro, más de un millón de personas en Andalucía, han pesado más y volcado la balanza de la confianza en el PP, partido que ha basado su campaña en convencer al electorado de que con el cambio se volverá a crear empleo. El escándalo de los ERE, que toca de lleno las políticas de empleo señeras del PSOE, unido al cansancio por 30 años seguidos de gobiernos socialistas también han hecho mella en el electorado andaluz.

El PP afianza y mejora su voto en todas las provincias en las que ya disfrutó de un gran empujón en las municipales. Los populares ganan en todas las provincias salvo en Sevilla, aunque en varias de ellas empatan a diputados, como Córdoba, y Jaén. El veterano Alfonso Guerra ha sido el único cabeza de lista que ha podido con la oleada arrasadora del PP. Ha ganado al exministro Cristóbal Montoro en la batalla sevillana, especialmente afectada por los ERE.

Pero otros dirigentes socialistas de primera línea como Manuel Chaves, Trinidad Jiménez y Gaspar Zarrías se han visto desbordados por sus rivales del PP. En Cádiz, Teófila Martínez gana por primera vez a Manuel Chaves. Celia Villalobos también le ha ganado la partida en Málaga a la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez. Zarrías tampoco ha podido con el tsunami del PP en Jaén frente a la exministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, una política cunera en la provincia.