CÁDIZ

«Vimos cómo el muro se nos venía encima sin que el patrón reaccionara y nos entró el pánico»

Uno de los denunciantes, que viajaba con su mujer y sus dos hijos, se queja de la falta de seguridad en la embarcación

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Recuerda minuto a minuto lo que pasó y no puede quitarse de la cabeza lo que pudo haber ocurrido. Uno de los pasajeros que iba a bordo del Vaporcito el pasado martes y que vivió de primera mano el hundimiento del barco, Germán Famoso, no podía evitar sentirse indignado con los hechos que se sucedieron desde las cinco y media de la tarde del pasado martes, cuando el símbolo marinero de la Bahía partía desde El Puerto de Santa María. Ahí empezó lo que una hora más tarde se convirtió en una auténtica pesadilla para él, su mujer y sus dos hijos, de 4 y 7 años. «Las personas que iban arriba pudieron ver cómo el patrón iba dormido durante el trayecto. Llevaba un buen rato tirado sobre su brazo y con los pies sobre el timón», apuntaba este bilbaíno con gran estupor. «Vimos cómo íbamos a chocar con el muro, se nos venía encima y aunque avisaron al patrón para que se despertara, a éste no le dio tiempo a reaccionar. Era demasiado tarde y entonces nos entró el pánico», puntualizó. A partir de entonces, Germán Famoso relata un mal sueño que duró alrededor de ocho minutos. «Primero, porque el patrón, a pesar del peligro, se empeñó en seguir su rumbo hasta el punto de atraque habitual del Vaporcito y, después, porque el barco no reunía las condiciones de seguridad», agregó. En este sentido, y como consta en la denuncia que presentó el mismo día ante la Guardia Civil, manifestó: «Quiero que quede constancia de que el capitán no quería parar hasta el final, que según sus palabras, no era tan grave y que lo ha hecho por presión de los pasajeros». Asimismo, se queja del trato recibido tanto en el interior de la nave como a la llegada al puerto: «Una vez fuera, no se interesaron ni el capitán ni sus ayudantes por el bienestar de sus pasajeros». Germán Famoso va incluso más allá y denuncia el trato recibido también por la Policía Portuaria, «ya que ni siquiera llamó a una ambulancia para que pudiera atender a la gente, ya que algunos pequeños tenían el pómulo hinchado o, en el caso de uno de mis hijos, se había dado un golpe en la nariz contra el asiento delantero», apostilló.

De hecho, el pasajero acudió durante la mañana de ayer al Hospital Universitario de Puerto Real, donde su esposa fue atendida de un esguince cervical que le llevará entre diez y quince días de inactividad.

Famoso asegura que la situación vivida desde que se produjo el golpe con la escollera de entrada al puerto hasta la llegada al muelle, apenas ocho minutos, fue de auténtico pánico: «Unos gritaban en la cubierta y yo, con mi familia, me quedé en la parte de abajo. Intenté ayudar con la bomba de achique a la tripulación pero no me dejaron». Además, el viajero tuvo tiempo incluso de idear un plan de escape para su familia y para algunos bebés y personas mayores que viajaban en la parte superior.

Sin duda, toda una experiencia para este turista bilbaíno que pensaba disfrutar de las vistas de la Bahía desde el mar y que se encontró envuelto en lo que afortunadamente ha quedado solo en un acontecimiento histórico para Cádiz y El Puerto: el fin del Vaporcito.