Empleados de la Bolsa de Fráncfort reaccionan ante otro día de malos datos. :: ALEX DOMANSKI / REUTERS
Economia

La Bolsa española pierde el 5,8% de su valor en otra semana negra

Fuerte castigo a los bancos, porque los inversores temen que puedan presentar problemas de liquidez a corto plazo

MADRID. Actualizado: Guardar
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Ni la reunión de la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Nicolás Sarkozy, ni la publicación de datos macroeconómicos relevantes sirvieron para tranquilizar a los mercados. Así, una semana que se iniciaba bajo los peores augurios, tras la rebaja de la calificación de la deuda norteamericana por Standard & Poor's, sucumbió a esos pronósticos. La Bolsa española sostiene a duras penas el nivel de los 8.100 puntos, tras experimentar un retroceso semanal del 5,8%.

La comparación con otros mercados aporta un flaco consuelo. La última jornada semanal, caracterizada una vez más por unas oscilaciones a lo largo del día capaces de abatir los ánimos más templados, se saldó con un descenso del 2,11% en el Ibex-35, y pérdidas del 2,46% en la Bolsa de Milán, del 2,19% en el Dax de Francfort, del 1,92% en la de París y del 1,01% en el parqué de Londres. Hubo momentos de mayor contracción, si bien la apertura de Nueva York alivió las presiones vendedoras.

El parqué germano ya acumula un retroceso del 23,5% en lo que va de agosto por la preocupación persistente de los inversores en ese mercado. Entre los factores de inquietud figuran la desaceleración del crecimiento y los problemas fiscales de EE UU y en nada contribuyen a tranquilizarles factores como las medidas propuestas por los líderes europeos de cara a un nuevo gobierno económico de la zona, o la posibilidad de que algunos países periféricos de la zona euro puedan necesitar otras ayudas.

Como la víspera, los bancos han seguido padeciendo la desconfianza de los inversores sobre su capacidad para financiarse a raíz de la crisis de la deuda. En París, el banco Société Générale, que ha perdido casi un 40% de su capitalización bursátil en el último mes, cerró la última jornada semanal con un retroceso adicional del 3,38% y BNP Paribas cayó otro 4,27%. En Londres, Lloyds Banking Group perdió el 4,78%, Royal Bank of Scotland retrocedió el el 5,38% y Barclays el 2,27%. En el parqué madrileño el Santander cedió el 3,07% y BBVA el 2,15%.

Las entidades europeas están sufriendo en carne propia los rumores de que algunas instituciones hayan pedido financiación en dólares al Banco Central Europeo, algo que no sucedía desde comienzos de año. Solo existe constancia de una solicitud de 500 millones a siete días por parte de una entidad no identificada que participó en la subasta del pasado martes.

Una cifra de 500 millones de dólares es a pesar de todo «una suma limitada, debe tratarse de un pequeño banco, quizá italiano o español, que no tiene acceso directo a financiación en dólares», declaró a AFP el economista Frank Engels de Barclays Capital. «Nuestros expertos de mercados monetarios nos dicen que actualmente no hay ninguna tensión sobre la financiación en dólares para los bancos europeos», aseguró Engels. Para otros expertos, las necesidades de liquidez se estarían produciendo sobre todo en los bancos franceses, considerados «los peores alumnos» y durísimamente castigados estos días en el mercado de valores.

Por añadidura, los bancos de la zona euro depositaron el jueves 90.500 millones de euros en el Banco Central, una cifra récord, según datos publicados al concluir la semana. Los elevados depósitos son una señal de que los bancos prefieren confiar sus excedentes de liquidez al BCE, que les remunera un 0,75%.

«Estamos tomando estas señales en serio», declaró el economista jefe del BCE, Jürgen Stark. Pero añadió que la situación actual no es «comparable a la del otoño de 2008 tras la quiebra de Lehman Brothers», el banco de inversiones estadounidense cuya quiebra activó la crisis financiera. En octubre y noviembre de 2008, los depósitos de los bancos de la Eurozona en el BCE superaron los 200.000 millones de euros. Stark también aseguró que el préstamo excepcional de 50.000 millones de euros a seis meses autorizado el 4 de agosto por el BCE a los bancos de la zona euro para tranquilizar la situación no será renovado a corto plazo.

A la sequía de financiación se añaden los temores a una nueva fase de contracción mundial, incrementados tras la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento y ante la impotencia de los dirigentes para hacer frente a la crisis actual. El servicio de estudios de Barclays revisó el viernes a la baja su previsión de crecimiento para la zona euro en 2011 y 2012, para dejarla en tasas del 1,8% y el 1,1%, respecto al 1,9% y el 1,6% anteriores.

«Los débiles datos económicos siguen poniendo los pelos de punta a los inversores y la volatilidad continúa siendo muy elevada en todas las Bolsas mundiales, de manera que la reacción de los mercados sigue siendo rápida y severa», explicó el responsable de marketing en la correduría de bolsa londinense City Index, Joshua Raymond.

Mientras tanto, el euro se revalorizó ante el dólar y ligeramente ante el yen, otro de los valores refugio de referencia. La divisa estadounidense vuelve a perder terreno ante el yen, hasta el punto de que la moneda nipona ya se sitúa en el nivel más alto frente al billete verde desde la Segunda Guerra Mundial al subir hasta las 75,95 unidades por un dólar.