Zapatero coge aire para agotar su mandato tras el debate de la nación

Mariano Rajoy sabe desde ayer que puede esgrimir todos los argumentos que considere conveniente para reclamar un adelanto electoral, menos el de la soledad parlamentaria del Ejecutivo. El PSOE, además de sacar adelante sus 15 iniciativas, ganó la votación en el Congreso de las 90 propuestas de resolución del debate del estado de la nación.

«Las votaciones son la expresión más clara de la capacidad del Gobierno para tener respaldo suficiente», comentó un sonriente José Luis Rodríguez Zapatero a la salida del hemiciclo. Y no era para menos, en el debate del año pasado los socialistas, en mejor situación política que ahora, sucumbieron en diez ocasiones. Entre ellas, una dolorosa para el Gobierno, la petición apoyada por todos los grupos, salvo el socialista, para que se dejara sin efecto la congelación de pensiones decretada en mayo.

Apenas 48 horas después de escuchar desde su escaño como Mariano Rajoy, Josep Antoni Durán i Lleida y Rosa Díez reclamaban con determinación e insistencia la disolución de las cámaras y la convocatoria de elecciones generales, Zapatero recibió el apoyo firme de sus socios en este final legislatura, PNV y Coalición Canaria. Los socialistas agradecieron esta fidelidad, que puede resultar determinante para aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2012, con su apoyo a cuatro propuestas de los canarios y a 13 de las 15 de los nacionalistas vascos, la mayoría de ellas enfocadas a garantizar inversiones en infraestructuras en Euskadi.

Más allá de las cinco propuestas que logró salvar el PP, lo más reseñable, sobre todo en una posible clave a medio plazo, es la alianza que conformaron los populares con los diputados de CiU. Ambas formaciones se respaldaron mutuamente en todas las cuestiones económicas que presentaron ante el pleno, la mayoría de las cuales fueron rechazadas por la mayoría de PSOE, PNV y Coalición Canaria.

Fuerzas renovadas

El éxito de los socialistas, en cualquier caso, no estaba previsto. «Llegamos al debate de una manera y salimos de otra, con fuerzas renovadas», explicó Eduardo Madina, secretario general del grupo parlamentario socialista.

El PP hace una lectura distinta. Soraya Sáenz de Santamaría atribuyó el «pacto compacto» de PNV y CC con los socialistas al simple interés de los nacionalistas en sacar adelante cuestiones muy concretas y territoriales. Por lo demás, la portavoz popular incidió en que en este debate sobre el estado de la nación quedó patente que José Luis Rodríguez Zapatero es un presidente «sin planes ni tiempo para ponerlos en marcha».

Varios diputados del PP reconocen, sobre todo en privado, que solo una decisión de Alfredo Pérez Rubalcaba puede propiciar que las urnas se abran en octubre o noviembre, y no en marzo de 2012. Una conclusión a la que también ha llegado CiU. Su diputado Pere Macías volvió a pedir que las generales se anticipen a este año, aunque reconoció sin vacilar que este jueves quedó claro que el Gobierno ha logrado la estabilidad parlamentaria suficiente como para agotar el mandato sin sobresaltos.

En cuanto al fondo de las resoluciones, una de las más trascendentes, la que alude a la posibilidad de incrementar el valor del inmueble hipotecado y, a la vez, posibilita que la parte del sueldo que las entidades financieras no podrán embargar en los procesos de ejecución hipotecaria se elevará al 50%, salió adelante sin ningún voto en contra. PP, UPyD y UPN, por su parte, fracasaron en su intento de instar al Gobierno a extremar la vigilancia sobre los electos de Bildu para poder evaluar si incumplen la ley electoral y, por tanto, se puede proceder a despojarles de sus cargos públicos.