CARTAS A LA DIRECTORA

El talante de Barroso

PUERTO REAL Actualizado: Guardar
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Creo que será la historia la que valore las consecuencias del paso de José Antonio Barroso por la alcaldía de nuestra localidad. Como botón de muestra solo diré que hace 30 años Puerto Real era una ciudad emblemática y una referencia regional por su economía, por sus manifestaciones culturales y por el movimiento social que se desarrollaba en nuestra población; hoy lamentablemente todos esos aspectos que nos distinguían no son más que pura historia; Puerto Real ha perdido su identidad.

Los acontecimientos protagonizados por el señor Barroso en la última legislatura han sido lamentables; como consecuencia de mi actividad vocacional me he visto implicado en uno de ellos, una denuncia por lo penal ordenada por quien fue nuestro ínclito alcalde, pero debo confesar que la referida denuncia la acepté como una aportación más de mi servicio; estoy acostumbrado a relacionarme con muchas personas denunciadas, por lo tanto pasar por este tránsito me resulta una experiencia saludable; sin embargo lo que me resulta abominable del señor Barroso Toledo han sido los métodos empleados para coaccionar mi libertad de expresión.

Lo que en deportes se denomina como deportividad, en política se define como talante, que es el modo de ejecutar las actuaciones que como responsabilidad implícita del cargo que se ocupa corresponden; es también el semblante, la disposición, el estado de ánimo o la calidad personal para desarrollar dichas actuaciones. Todas estas son cualidades que determinan la categoría de un político, por otro lado, el aceptar el dictamen de la voluntad popular en unos comicios es el ejercicio más puro que puede realizar un candidato. Pero parece ser que determinados políticos están convencidos de que con el cargo les pertenece cuanto se relaciona con él, como si hubiesen sido elegidos para hacer lo que les venga en gana, así como también consideran que los cargos son vitalicios, ignorando que es el pueblo, la ciudadanía, los únicos propietarios permanentes.

En todo caso, los conceptos que acabo de relacionar pertenecen al ámbito personal, son pinceladas de un cuadro que debemos terminar. Lo verdaderamente alarmante ha sido el comportamiento institucional del exalcalde Jose Antonio Barroso Toledo, que no ha sabido estar a la altura de las circunstancias. El acceso de Maribel Peinado a la Alcaldía de Puerto Real era una realidad que se estaba palpando en el ambiente y que ella ha sabido reforzar aportando un equipo cohesionado y con calidad, así como también realizando una campaña que quizás se pueda considerar como la mejor organizada en nuestra localidad en todos los tiempos.

Por otro lado Maribel Peinado, como alcaldesa, viene a marcar un hito histórico en Puerto Real, siendo la primera mujer que accede a dicho cargo; algo que el equipo municipal de gobierno saliente debió tener en cuenta, ya que en tantas ocasiones dio muestras de defender los derechos de las mujeres; no cabe duda de que conseguir el cargo de primera edil en nuestra localidad tiene un mérito que debió ser reconocido por nuestros anteriores mandatarios, pero el señor Barroso no lo entendió así, eludiendo la responsabilidad de realizar una transmisión de poderes ordenada, consecuente y digna de un estado democrático. Pero no fue ésta la única osadía que se permitió José Antonio Barroso, sino que además negó a Maribel Peinado su deseo de celebrar el acto institucional en la antigua Iglesia de San José.