Los carteles, el cableado o los edificios ruinosos no ayudan. :: J. M. A.
Chiclana

Un problema de estética en el centro

Ni el nuevo mobiliario ni la aparición de plazas públicas consigue embellecer un casco urbano marcado por el abandono durante años

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Cuando está a punto de llegar una nueva temporada alta turística, las principales calles del centro urbano continúan con una imagen impropia de una ciudad moderna y limpia.

Calles como Vega, Plaza o Arroyuelo presentan un aspecto «lamentable, que abunda en el abandono al que ha estado sometido el casco urbano de Chiclana durante años» según la oposición.

Y lo cierto es que ni siquiera la existencia de una comisión estética municipal ha logrado unificar criterios. A día de hoy es posible contemplar el cableado telefónico y de alumbrado entre edificios, colgado de postes, y al alcance de los peatones.

La uniformidad estética también es otro de los puntos débiles del centro de Chiclana. Durante los últimos años se han ido añadiendo elementos, caso del mobiliario urbano, pero no se ha conseguido dotar del todo a muchas calles de identidad propia.

Un ejemplo, como recuerdan los comerciantes de la ciudad, es la presencia de bancos de diferente tipo, piedra o de hierro tipo isabelinos, en menos de cien metros de distancia y en calles contiguas.

La crítica pueda extenderse también a la colocación de expositores que, con mayor o menor acierto, muchos minoristas tienen en las calles. «Llevamos tiempo pidiendo un Centro Comercial Abierto y es inadmisible escribir los precios a mano sobre cartulinas», explica Juan Gómez, comerciante de Chiclana, que se queja de que nadie arregle esta situación.

Además, en pleno parón de la construcción, numerosos edificios en obras se acumulan en las principales calles de la ciudad. Andamios y, en el mejor de los casos, vallas metálicas, abundan en el horizonte de los turistas.

Pese a la ornamentación floral de viales, la colocación de estatuas, o la creación de nuevas plazas públicas en torno al centro, todavía no hay un criterio fijo en decoración urbana. El candidato más votado en las pasadas elecciones, Ernesto Marín, lleva en su programa distintas actuaciones de puesta en valor de las principales calles del centro y asegura que el comercio y la hostelería «pide a gritos» un impulso para que éste sea el motor económico que todos desean.